Del 12 al 16 de septiembre de 2025, Rusia y Wit -russia realizaron ejercicios militares conjuntos que se conocen como Zapad 2025, que tienen lugar en Wit -Russia y West -Russians en medio del conflicto continuo en Ucrania y Natos amplificó los límites orientales. Históricamente, estos ejercicios han representado mucho más que solo entrenamiento militar; Sirven como una demostración de la preparación operativa y una advertencia estratégica para los oponentes. La iteración de Zapad 2025 confirmó nuevamente este papel, con sistemas de accidente cerebrovascular avanzados y activos nucleares capaces durante una era de tensiones crecientes en la región.
En un cambio notable de las implementaciones de tropas masivas que se vieron en ejercicios anteriores, Zapad 2025 enfatizó las armas avanzadas, incluidos sistemas avanzados como circón, Kinzhal, Onyx, Iskander y Oreshnik. Estos sistemas se usaron en combinación con drones y guerra electrónica, lo que indica un giro estratégico hacia la modernización. Los informes oficiales de Minsk declararon alrededor de 13,000 tropas que participaron, aunque los observadores occidentales creen que el número real fue posiblemente mayor debido a la propagación de fuerzas en diferentes lugares.
El ejercicio incluyó una serie de operaciones aéreas sobre Wit -Russia y Barents Sea, junto con maniobras blindadas en áreas como BucySaw. Notable durante el ejercicio, la demostración de sistemas nucleares capaces, incluido el sistema de misiles balísticos de los rastros de rango Iskander Korte que ya estaban estacionados en Wit-Rusia, así como el sistema de misiles Oreshnik que se esperaba para la entrega a finales de año. Este elemento subraya el aspecto nuclear persistente de los ejercicios clasificados bajo Zapad.
Zapad 2025 también enfatizó una gran cantidad de tecnología militar avanzada. Un momento importante tuvo lugar cuando el Frigat -Admiral Golovko lanzó un cohete de crucero hipersónico de circón en el área del Polo Norte, mientras que las Fuerzas de Defensa de la Costa usaron el sistema de bastión para disparar cohete Onyx en los objetivos de la Marina. Las actividades estratégicas de bombarderos fueron ilustradas por vuelos de TU-160 Bombers sobre el Mar de Barents, con el apoyo de los aviones MIG-31, que también estaban equipados con misiles hipersónicos Kinzhal.
En la tierra, las unidades blindadas llevaron a cabo maniobras integradas que están respaldadas por artillería, con operaciones logísticas llevadas a cabo por IL-76 Transport Aircraft que transfieren equipos a Bielorrusia. Este extenso enfoque enfatizó un enfoque mejorado en la cirugía de aire, ilustrado por los bombarderos de caza SU-34 con ataques de precisión y aviones anti-desacelerados de la flota del norte que patrulla los territorios árticos. En el centro de los ejercicios fueron los drones de exploración y ataque, además de los sistemas electrónicos de Warfield que fueron diseñados para interrumpir la comunicación y la navegación enemigas.
El énfasis en la tecnología avanzada durante Zapad 2025 indica una evolución cualitativa en la planificación militar. La integración de los enjambres de drones, las plataformas de asignación asistidas por AI-AI, las tecnologías avanzadas de interferencia y las opciones de ataque de alta velocidad tienen la intención de complicar las estrategias de defensa de la OTAN. Las simulaciones de la preparación nuclear agregaron otra capa de escalada potencial, lo que sugiere una estrategia deliberada de Moscú y Minsk para aumentar el despliegue en su comunicación con Occidente.
Los escenarios investigados durante el ejercicio incluyen una escalada rápida en respuesta a las amenazas en el flanco oriental de la OTAN, así como las tácticas híbridas con la guerra cibernética y las iniciativas de drones, que enfatizan la voluntad de ambas naciones para la confrontación a largo plazo. Los ejercicios también ilustran que, para la OTAN, el paisaje de amenazas modernas ahora incluye una estrategia híbrida y nuclear juntas como compromisos militares convencionales. Esta dinámica en evolución evoca grandes preocupaciones sobre la seguridad regional y el potencial de escaladas repentinas en los conflictos.