Voyager 1 de la NASA nuevamente se conecta a la tierra y descubre un misterioso «Muro de fuego» en el borde del sistema solar


Después de un silencio a largo plazo de cinco meses, Voyager 1 de la NASA reanudó su transferencia de datos de las esquinas distantes del espacio interestelar. Una actualización oficial del Laboratorio de Propulsión de Jet de la NASA (JPL) confirmó la recuperación de la telemetría técnica el 22 de abril de 2024. Este desarrollo no solo marca un triunfo técnico, sino que también abre la puerta a descubrimientos nuevos y potenciales que cambian de paradigma a la borde de nuestro sistema solar.

### Restauración de la comunicación

Voyager 1 se lanzó en 1977 y tiene el título del objeto más distante, que actualmente está a más de 15 mil millones de millas de la Tierra. En noviembre de 2023, la nave espacial dejó de enviar datos legibles, aunque continuó respondiendo a los comandos. Los ingenieros han devuelto el problema al subsistema de datos de vuelo (FDS), una de las tres computadoras construidas en Voyager, donde un chip defectuoso había dañado el proceso de envasado de datos.

Debido a la imposibilidad de reparar el chip defectuoso, el equipo ideó ingeniosamente una solución segmentando el código dañado y moviendo cada parte a áreas de memoria funcionales. La NASA envió este código actualizado a Voyager 1 el 18 de abril, que duró 22.5 horas para llegar a la nave espacial, seguido de 22.5 horas para responder. Para el 20 de abril, los ingenieros habían recibido con éxito datos de ingeniería utilizables, lo que confirmó que el nuevo enfoque era efectivo.

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El equipo de misión planea actualizarse aún más en las próximas semanas con otras partes del software FDS, y está destinado a restaurar completamente la capacidad de Voyager para enviar datos científicos. Actualmente, los sistemas de la nave espacial son saludables, un signo alentador para futuras exploraciones más allá de la heliopausa, el borde exterior del sistema solar.

### descubrimientos en el borde del sistema solar

Voyager 1 no solo cruza a una región tranquila; Encuentra un entorno dinámico y altamente sorprendido. Observaciones recientes han presentado un área turbulenta en la intersección del viento solar y el medio interestelar, llamado «muro firme». Esta región alcanza temperaturas de hasta 30,000 ° C (54,000 ° F), no creada por llamas tradicionales sino por la colisión de partículas que se mueven a velocidades increíbles. Las circunstancias extremas se derivan de un reenvío magnético, un fenómeno en el que los campos magnéticos solares e interestelares entienden y vuelven a ajustar, que libera erupciones de energía.

Es notable que Voyager 1 continúe su viaje a través de esta zona de plasma ardiente sin ningún daño, porque las colisiones de partículas son raras a distancias tan grandes.

### Interacciones magnéticas inexplicables

Además del ‘Muro de fuego’, los hallazgos de Voyager plantean expectativas anteriores sobre los campos magnéticos en el borde del sistema solar. Los modelos anteriores esperaban una transición dramática en el comportamiento del campo magnético después de abandonar la heliosfera. Sin embargo, Voyager ha descubierto una sorprendente continuidad entre las estructuras magnéticas solares e interestelares, lo que indica que la influencia magnética del sol puede extenderse aún más en la Vía Láctea de lo que se entiende.

Estas revelaciones pueden tener implicaciones significativas para nuestra comprensión de la dinámica del campo magnético en la galaxia, que áreas como el modelado del espacio del espacio, las circunstancias de los entornos exoplanetarios y la planificación futura de misiones.

### Continuando operaciones e ideas futuras

Casi cinco décadas después del lanzamiento, Voyager 1 sigue siendo operativa y eficiente, con sus instrumentos consumiendo menos electricidad que una bombilla estándar de la casa. La fuente de corriente de plutonio de la nave espacial, aunque disminuye gradualmente, se conserva sus sistemas esenciales.

Para recibir señales de Voyager, la NASA utiliza una red de gigantescas antenas de radio de 230 pies que pueden atrapar transmisiones vagas desde más de 24 mil millones de kilómetros de distancia. Con el enlace de datos de ingeniería restaurado con éxito, Voyager 1 se ha establecido para reanudar la entrega de mediciones científicas de una región única del espacio que sigue sin explorar por un sendero espacial diferente. Los investigadores esperan nuevos datos valiosos sobre radiación cósmica, densidad de plasmade y variaciones en los campos magnéticos, lo que mejora aún más nuestra comprensión del cosmos.



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