El gobierno venezolano ha tomado medidas importantes para abordar las crecientes preocupaciones sobre las acciones militares estadounidenses en el Caribe, solicitando formalmente una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Esta solicitud se hizo a través de una carta dirigida a Vassily Nebenzia, embajador de Rusia ante la ONU y actual presidente del consejo. En el documento, funcionarios venezolanos acusan a la administración del expresidente Donald Trump de intentar desestabilizar al gobierno de Maduro, diciendo que las acciones de Estados Unidos amenazan la paz y la seguridad regional e internacional.
El momento de esta solicitud es notable porque sigue a una votación en el Congreso que finalmente rechazó una legislación destinada a limitar la autoridad militar de Trump contra los narcotraficantes. La votación se produjo en medio de tensiones intensificadas debido a las operaciones militares estadounidenses en la región, incluidos cuatro ataques aéreos recientes contra barcos en el Caribe que, según Estados Unidos, estaban involucrados en el tráfico de drogas. Los ataques fueron parte de lo que Trump llamó un «conflicto armado» con los cárteles de la droga.
En la carta, los funcionarios venezolanos expresaron preocupación por la posibilidad de un inminente ataque armado contra su país. Estos temores se ven exacerbados por las acusaciones de que Estados Unidos está utilizando el narcotráfico como pretexto para una intervención militar. Samuel Moncada, embajador de Venezuela ante la ONU, se hizo eco de este sentimiento y afirmó que Estados Unidos ha estado buscando un “cambio de régimen” en Venezuela durante más de 26 años, motivado principalmente por el deseo de obtener acceso a los extensos recursos naturales del país.
Aunque la solicitud de Venezuela de una reunión del Consejo de Seguridad no especificaba las nacionalidades de las 21 personas supuestamente muertas en los ataques estadounidenses, el país reconoció los ataques más claramente que en declaraciones anteriores. Inicialmente, el gobierno venezolano expresó escepticismo sobre la legitimidad de un ataque, sugiriendo que pudo haber sido fabricado utilizando inteligencia artificial, una afirmación que surgió de un video publicado por Trump. El gobierno estadounidense ha dicho que tres de los barcos involucrados en los incidentes fueron botados desde la costa venezolana.
A medida que la situación evoluciona, Venezuela continúa apoyándose en su aliado histórico, Rusia, para reforzar su posición en el escenario internacional. Ambos países comparten intereses mutuos, especialmente en contrarrestar la influencia estadounidense en la región. La historia que se desarrolla refleja una lucha geopolítica más amplia, en la que Venezuela defiende vigorosamente su posición contra lo que considera agresión e interferencia externas.