Venezuela ha anunciado una importante movilización militar en respuesta a la reciente acumulación de buques de guerra y tropas estadounidenses en el Mar Caribe. Según el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, en el despliegue participan fuerzas terrestres, aéreas, navales y de reserva, quienes realizarán una serie de ejercicios que se extenderán hasta el miércoles. Padrino López caracterizó la movilización como una respuesta a lo que llamó la «amenaza imperialista» planteada por Estados Unidos.
En los ejercicios militares participarán no sólo las fuerzas armadas regulares, sino también la Milicia Bolivariana, una fuerza de reserva compuesta por civiles, fundada por el fallecido presidente Hugo Chávez y que lleva el nombre de la figura revolucionaria Simón Bolívar, conocido por su papel en la liberación de varios países latinoamericanos del dominio español. Padrino López indicó que el presidente Nicolás Maduro ordenó directamente el ejercicio, enfatizando objetivos como optimizar el mando, control y las comunicaciones, además de fortalecer la defensa nacional.
Este acontecimiento intensifica las tensiones actuales entre Venezuela y Estados Unidos, fortaleciendo la presencia militar en la región. Recientemente, la Marina estadounidense confirmó la llegada del USS Gerald R. Ford, el portaaviones más grande de la flota estadounidense, al área operativa del Comando Sur que cubre la mayor parte de América Latina. El grupo de ataque Ford está formado por nueve escuadrones aéreos, dos destructores de misiles guiados clase Arleigh Burke y más de 4.000 marineros, y la decisión de posicionarlo en el Caribe fue dirigida por el secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth.
Estados Unidos ha enmarcado su fortalecimiento militar como una iniciativa para combatir el narcotráfico, después de llevar a cabo ataques a varios barcos narcotraficantes en el Caribe en las últimas semanas. Sin embargo, los funcionarios venezolanos argumentan que la intención subyacente de Estados Unidos es un cambio de régimen, un sentimiento del que se hacen eco varios exfuncionarios de la administración Trump que han insinuado su insatisfacción con el gobierno de Maduro.
Las recientes declaraciones de Padrino López enmarcaron las acciones militares como parte del más amplio «Plan Independencia 200» de Maduro, una estrategia diseñada para coordinar fuerzas militares, milicianas y policiales con fines de defensa nacional. El ejército venezolano está formado por aproximadamente 123.000 miembros, y aunque Maduro afirma tener más de 8 millones de reservistas en sus milicias voluntarias, los expertos dudan de la veracidad y preparación de dichas cifras.
Antes de la llegada del Gerald R. Ford, se estimaba que aproximadamente 15.000 efectivos estadounidenses ya estaban estacionados en la región. Esto incluye otros activos de la Marina, como el Iwo Jima Amphibious Ready Group y la 22.ª Unidad Expedicionaria de los Marines, que en conjunto incluyen miles de marines y varios buques militares avanzados.
Además, Estados Unidos ha ampliado sus capacidades en Puerto Rico desplegando diez aviones de combate F-35 y al menos tres drones MQ-9 Reaper. La isla se ha convertido en una base crucial para operaciones militares centradas en el Caribe y alberga a unos 5.000 soldados estadounidenses.
En los últimos meses, bombarderos estadounidenses han llevado a cabo misiones de entrenamiento cerca de la costa de Venezuela, incluida una «demostración de ataque» con bombarderos a finales de octubre, lo que aumentó aún más las tensiones militares en la región, ya que ambos países parecen estar preparándose para un conflicto potencial en medio de la escalada en la postura militar.



