La Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA) ha anunciado que Open Ocean Sea Trials para el USX-1 Defiant, un barco no tripulado que opera bajo el programa Nomars), un barco no tripulado que está activo. Las pruebas comenzaron el 4 de septiembre de 2025, después de los controles finales del sistema cerca de Port Angeles, Washington. El barco navegó con éxito el estrecho de Juan de Fuca y llegó al Océano Pacífico, de modo que un hito importante se marcó en la innovación marítima, porque es el primer buque de guerra que está diseñado para funcionar completamente sin presencia humana a bordo.
El desafiante USX-1 se ha desarrollado y se distingue de los barcos tradicionales no tripulados que se depositaron de los diseños tripulados después. La arquitectura excluye cualquier necesidad de estructuras de miembros de la tripulación, eliminando funciones como un puente, caminos de acceso interno y sistemas de apoyo vivos. En cambio, contiene tecnologías avanzadas de navegación y monitoreo autónomos impulsadas por el aprendizaje automático, lo que garantiza la eficiencia operativa y las posibilidades de supervivencia en condiciones desafiantes del mar.
Construida en Everett Ship Repair, esta plataforma de 55 metros de largo, con un peso de 240 toneladas, lanzada oficialmente el 11 de agosto de 2025. Según DARPA, DARPA puede funcionar efectivamente en el estado de Sea 5 y resistente a entornos más pesados, actividades de recursos autónomos a medida que mejoran las condiciones. Este diseño garantiza una construcción y mantenimiento más simples en los astilleros civiles, de modo que se simplifica la preparación operativa del barco.
Durante el bautismo de la nave, Greg Avicola, gerente del programa Nomars de DARPA, enfatizó su diseño innovador, lo que da prioridad a la enfoque en la misión sobre las consideraciones orientadas a las personas. La prueba del mar actual es crucial para evaluar la resistencia, la confiabilidad mecánica, la adaptabilidad y las capacidades de toma de decisiones de los desafiantes en escenarios marítimos complejos. Las ideas obtenidas guiarán el desarrollo futuro de grandes embarcaciones de superficie no tripulada que sean adecuadas para diversas misiones, incluidas las actividades de cooperación con barcos tripulados en áreas arriesgadas.
Equipado con sensores eléctricos/infrarrojos avanzados de longitud larga, comunicación satelital cifrada y missiebays versátiles, el desafiante se puede ajustar para diferentes roles. Aunque está desarmado en su forma actual, se ha confirmado que el barco puede integrar las esterilizaciones de los contenedores, incluido el ahorcamiento de municiones y sistemas electrónicos de Warfield, que extiende el alcance operativo.
La importancia estratégica de plataformas como el desafiante radica en su potencial para mejorar la presencia de las opciones de la Armada y la Vigilancia, en particular en regiones en disputa donde los buques tripulados tradicionales pueden sufrir riesgos considerables. En medio de la creciente tensiones geopolíticas, en particular con respecto a las opciones de la Armada de China, la Marina Americana aumenta su inversión en sistemas autónomos y posiciona el desafío como un activo importante para futuras actividades.
Esta iniciativa está en línea con la estrategia operativa marítima distribuida de la Armada, que tiene una flota en mente que combina barcos tripulados con enjambres de plataformas no tripuladas. Un alto oficial de la Armada expresó que la construcción naval moderna simplemente cruza el tamaño y la potencia de fuego; La resiliencia y la escala ahora son los primeros. Los barcos no tripulados como Defiant facilitan la rápida expansión de la flota, el despliegue agresivo hacia adelante y la ventaja competitiva en aguas en disputa, mientras que los riesgos de personal y presupuestos se mitigan.
Mientras el Defiant continúa su estudio del Pacífico, los ingenieros de DARPA verificarán cuidadosamente sus resultados operativos para evaluar el rendimiento a largo plazo en condiciones del mundo real. Los resultados de este esfuerzo posiblemente pueden provocar una revolución en el diseño y los marcos operativos de los futuros combatientes de la Marina. Con sus posibilidades autónomas y su falta de restricciones de tripulación, el USX-1 Defiant puede determinar un nuevo estándar para el futuro de la guerra de superficie.
La urgencia de acelerar el desarrollo de barcos no tripulados como el desafiante no puede ser sobreestimada. Estas plataformas prometen capacidades marítimas escalables a costos y riesgos más bajos, por lo que la Armada puede retener una presencia robusta hacia adelante y ampliar su alcance operativo en entornos marítimos que compiten siempre. Mientras que los países compiten por el dominio en el mar, los desarrollos como la USX-1 desafiante simbolizan un progreso crucial a la próxima generación de NAVAL.