Un estudio reciente de la Facultad de Medicina de San Diego de la Universidad de California ha demostrado hallazgos alarmantes sobre el uso a largo plazo del cannabis, lo que sugiere que un aumento significativo en el riesgo de cáncer oral para los usuarios habituales. La investigación indica que las personas con trastorno por consumo de cannabis (CUD) tienen más de tres veces la oportunidad de desarrollar cáncer oral en cinco años en comparación con aquellos sin la afección.
El estudio analizó los informes de salud de más de 45,000 pacientes y enfatizó las preocupaciones cruciales sobre el uso de cannabis imático de salud a largo plazo. Raphael Cuomo, Ph. D., profesor asistente del departamento de anestesiología de la Escuela de Medicina de la UC San Diego y miembro del Centro de Cáncer UC San Diego Moores, señaló sobre los hallazgos, señalando que Cannabrooky contiene muchas conexiones carcinógenas que también se encuentran en Tabakkkroep. Estas conexiones pueden tener efectos nocivos en el tejido epitelial que administra la boca, lo que respalda aún más la idea de que el uso crónico de cannabis puede mejorar el riesgo de cáncer en los tejidos afectados por los productos de combustión.
La boca es un área sensible llena de tejidos, vasos sanguíneos y membranas mucosas que pueden verse afectadas negativamente por el calor y las conexiones tóxicas que se encuentran en el humo. Los fumadores de cannabis exponen su cavidad oral a productos químicos nocivos que son similares a los presentes en el tabaco, y la combinación de calor y humo puede ser particularmente dañina para las encías, la lengua y las mejillas.
Además, los investigadores descubrieron que los usuarios de cannabis a menudo mostraban signos tempranos de lesiones potencialmente similares a cáncer en la boca, como manchas blancas o rojas. Aunque estas lesiones pueden no causar molestias inmediatas o parecer alarmantes, pueden convertirse en trastornos graves con el tiempo.
En contraste con la percepción de que el cannabis es una alternativa más segura al tabaco, este estudio requiere preocupación por la posible igualdad de riesgos asociados con ambos. Los usuarios regulares de cannabis, especialmente aquellos que fuman al menos una vez a la semana durante cinco años o más, mostraron un riesgo considerablemente mayor de desarrollar lesiones orales precancerosas. Los agentes químicos como los hidrocarburos aromáticos policíclicos y los compuestos orgánicos volátiles, que son dañinos y presentes en el humo de cannabis y tabaco, están involucrados en el daño celular y el crecimiento del cáncer.
Los hallazgos sirven como una memoria crucial de que, aunque el consumo de cannabis puede ser legal y asequible para muchas personas, no está exento de riesgos para la salud. El cáncer oral puede progresar en silencio sin presentar síntomas, permitiendo que la detección temprana y el tratamiento sean complicados. Esta investigación alienta a los usuarios a reconsiderar las implicaciones de fumar cannabis, mientras que el cuerpo responde al fumar, independientemente de la fuente.