Turquía dio la bienvenida oficialmente a sus primeros tanques de batalla principales BMC Altay de producción local a las Fuerzas Armadas turcas en una ceremonia en el distrito de Kahramankazan supervisada por el presidente Recep Tayyip Erdoğan. El evento destacó el despliegue de tres tanques Altay, con blindaje moderno, sistemas de puntería avanzados y un conjunto integral de defensa de 360 grados diseñado para contrarrestar amenazas de misiles y disparos.
Con el objetivo de fortalecer la autonomía del sector de defensa, muchos componentes clave del Altay, como sensores, ópticas y electrónica de control, se desarrollaron en el país. Esta iniciativa es parte de una estrategia más amplia para reducir la dependencia de los fabricantes extranjeros. Si bien los primeros modelos Altay están equipados con motores de Corea del Sur, los modelos futuros pasarán a utilizar el motor autóctono BATU, que actualmente se encuentra en pruebas en carretera.
El proyecto Altay, iniciado en 2007, ha enfrentado una serie de desafíos, principalmente debido a las restricciones a las exportaciones. Sin embargo, Erdoğan enfatizó la determinación de Turquía de aumentar sus capacidades de defensa, afirmando: «Con Altay, hemos marcado el comienzo de una nueva era en la tecnología de tanques. Estamos avanzando constantemente hacia una industria de defensa que sea completamente autónoma».
La ceremonia también marcó la inauguración de una nueva instalación de producción de tanques y vehículos blindados de próxima generación, con una amplia superficie de 840.000 metros cuadrados dedicada al montaje y distribución de los tanques Altay. Según las previsiones, BMC prevé producir ocho tanques Altay al mes en esta planta, con un objetivo de casi 100 unidades al año. El sitio también ensamblará 10 vehículos blindados Altuğ 8×8 cada mes y se espera que cree alrededor de 1.500 puestos de trabajo, con un fuerte enfoque en pruebas e investigación además de la producción.
El cronograma de entrega de los tanques Altay indica un aumento gradual de la producción, con planes para 11 unidades en 2026, seguidas de 41 en 2027 y otras 30 en 2028. Esta línea de producción pasará a la variante Altay T2, que contará con el motor BATU de producción nacional recientemente desarrollado.
El tanque de batalla principal Altay fue diseñado basándose en el K2 Black Panther de la República de Corea y está equipado con un cañón de ánima lisa de 120 milímetros. También incluye una estación de armas operada a distancia con ametralladoras de 12,7 milímetros y 7,62 milímetros. Impulsado por un motor que genera 1.500 caballos de fuerza, cuenta con una caja de cambios de seis velocidades tanto en la variante T1 estándar como en la próxima variante T2.
En términos de protección, el Altay se beneficia de una armadura compuesta avanzada desarrollada por Roketsan, utilizando un diseño basado en la placa de armadura especial coreana. También incluye un avanzado sistema de seguridad Aselsan, que proporciona capacidades de guerra electrónica y de destrucción dura y suave. El tanque mide 7 metros de largo, pesa 65.000 kilogramos, tiene una autonomía de 450 kilómetros y alcanza una velocidad máxima de 65 kilómetros por hora en carreteras asfaltadas, e incluso hasta 45 kilómetros por hora en terrenos accidentados.
Este importante hito subraya el objetivo estratégico de Turquía de aumentar sus capacidades de producción de defensa nacional y al mismo tiempo reducir su dependencia de las importaciones extranjeras, solidificando así su estatus en el panorama militar mundial.



