El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, expresó sus condolencias y después de un trágico incidente de tiroteo en la iglesia de Jesucristo de los santos de los últimos días en Grand Blanc, Michigan. En una declaración en su plataforma social social, Trump caracterizó el incidente como «terrible» y subrayó que el FBI ya estaba en el sitio para liderar la investigación federal.
La policía local informó que varias personas resultaron heridas durante el tiroteo y que el edificio de la iglesia estaba inundado de llamas. Las autoridades confirmaron que el tirador murió, mientras que otros nueve resultaron heridos, con dos víctimas en estado crítico.
Trump enfatizó la creciente violencia contra los grupos religiosos en los Estados Unidos y calificó la actuación en un «ataque dirigido a los cristianos» diferentes. Insistió en un cese inmediato de lo que llamó la «epidemia de violencia» que afectó a la nación.
El presidente declaró: «Me informaron sobre el terrible tiroteo … el sospechoso está muerto, pero todavía hay mucho que aprender», con énfasis en preguntas continuas y la necesidad de investigaciones en la investigación. Aseguró al público que su administración e información continuarían proporcionando la situación a medida que se desarrolla la situación, y mientras tanto pidió rezar por las víctimas y sus familias.
Este incidente ha llevado a discusiones sobre la seguridad en áreas de culto y la necesidad de estrategias extensas para abordar la creciente violencia en el país, en particular contra las comunidades religiosas.