El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció su regreso a Washington DC, donde reflexionó sobre un día lleno de lo que describió como compromisos productivos en Israel y Egipto. El día se destacó con la firma de la Declaración de Trump para la paz y la prosperidad duraderas en Egipto y tuvo lugar en el contexto de un alto el fuego recientemente negociado en Gaza.
Trump dijo que si bien las actividades del día requirieron una cantidad significativa de esfuerzo, encontró la experiencia extremadamente gratificante. Destacó que la tarea era importante e instó a todos los países de la región a unir fuerzas y trabajar hacia un objetivo más amplio: lograr una paz duradera en Medio Oriente. Señaló que si bien la situación en Gaza es crítica, es sólo un aspecto de un panorama mucho más amplio.
En el centro de esta actividad diplomática estuvo la cumbre de Sharm El-Sheikh, copresidida por Trump y el presidente egipcio Abdel Fattah el-Sisi. La cumbre incluyó a líderes de más de 20 países, que se reunieron para respaldar formalmente la primera fase de un alto el fuego y un acuerdo de paz mediado por Estados Unidos entre Hamás e Israel el 8 de octubre. Esta cumbre fue particularmente trascendental y coincidió con la liberación de los veinte rehenes israelíes vivos retenidos por Hamás, un intercambio que involucró a más de 1.900 prisioneros palestinos bajo custodia israelí.
La agenda oficial de la cumbre se centró en obtener apoyo internacional para el alto el fuego y abordar varias cuestiones críticas. Los temas de discusión incluyeron la futura gobernanza de Gaza, la mayor necesidad de seguridad regional y la urgente necesidad de asistencia humanitaria para aliviar el sufrimiento de las poblaciones afectadas. La reunión subrayó un compromiso colectivo para promover la estabilidad y la paz en una región marcada durante mucho tiempo por el conflicto.