El presidente Donald Trump ha confirmado su determinación de buscar cambios significativos en la política de defensa de los Estados Unidos, y enfatiza su convicción de que es necesario un enfoque militar más asertivo. En una interacción de la prensa en la Oficina Oval, Trump rechazó todas las preocupaciones sobre la posible resistencia de la conferencia contra sus planes, con confianza: «Simplemente lo haremos», cuando se le preguntó cómo implementaría sus propuestas sin aprobación legislativa.
El presidente repitió su deseo de cambiar el nombre del Ministerio de Defensa a su título original, el Ministerio de Guerra, alegando que la nueva nomenclatura transmitiría un mensaje más fuerte. «Solía llamarse el departamento de guerra y tenía un sonido más fuerte», señaló Trump, refiriéndose a los éxitos históricos en grandes conflictos, como la Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial. Afirmó que la designación anterior refleja una actitud militar más robusta y proactiva, que encuentra lo que él considera una estrategia demasiado defensiva.
Durante sus comentarios, Trump enfatizó una operación militar reciente dirigida a los sitios nucleares iraníes, que etiquetan el «sorprendente» y «impecable». Argumentó por una doctrina militar que combina la defensa con una estrategia de ataque proactiva, que dice: «La defensa es demasiado defensiva. Queremos estar a la defensiva, pero también queremos ser ofensivos. Parece mucho más adecuado».
Históricamente, el Ministerio de Guerra se fundó en 1789 durante el primer Congreso, además del Ministerio de Asuntos Exteriores (ahora el Ministerio de Asuntos Exteriores) y el Departamento de Tesoro. El Ministerio de la Marina se fundó en 1798 y la estructura militar nacional se desarrolló a través de cambios importantes, en particular el II después de la Segunda Guerra Mundial, cuando la Ley de Seguridad Nacional de 1947 fusionó diferentes ramas militares en el establecimiento militar nacional. Posteriormente, esta entidad pasó a llamarse el Ministerio de Defensa en 1949 para enfatizar la supervisión civil y el objetivo de prevenir la guerra.
Los comentarios de Trump indican una desviación de la nomenclatura y estrategia militar establecida, en la que se propone un cambio que coincide con su visión más amplia de la reforma militar y la voluntad. A medida que continúan los debates sobre la política militar de los EE. UU., Es probable que sus atrevidas propuestas causen la discusión sobre el equilibrio entre la violación y la defensa en la estrategia de seguridad nacional.