En una dramática escalada de retórica, el presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó el sábado por la noche que seis legisladores demócratas que participaron en un vídeo en el que pedían a los oficiales militares que rechazaran órdenes ilegales «deberían estar en la cárcel». Los comentarios de Trump siguen a sus acusaciones de «conducta sediciosa» contra estos individuos, sugiriendo que tales acciones podrían ser castigadas con la pena de muerte.
Los demócratas rápidamente condenaron los comentarios de Trump como «absolutamente despreciables», argumentando que representan una amenaza inaceptable para los seis veteranos militares que actualmente sirven en el Congreso. Estos legisladores incluyen a Mark Kelly de Arizona, Elissa Slotkin de Michigan, Jason Crow de Colorado, Chris Deluzio y Chrissy Houlahan de Pensilvania y Maggie Goodlander de New Hampshire.
El vídeo en cuestión, que apareció en las redes sociales el viernes, no especifica qué tipo de órdenes ilegales se trataban. Sin embargo, Trump ordenó anteriormente el despliegue de la Guardia Nacional en numerosas ciudades estadounidenses, a veces en contra de los deseos de los funcionarios locales, en un contexto de disturbios.
En el exterior, el presidente también ha autorizado ataques militares contra presuntas operaciones de narcotráfico en el Caribe y el Pacífico Oriental, acciones que han dejado más de 80 víctimas mortales y que algunos expertos consideran ilegales.
Los comentarios de Trump incluyeron una crítica particularmente dura al mensaje de los demócratas, que decía: «Los traidores que dijeron a los militares que no obedecieran mis órdenes AHORA DEBERÍAN ESTAR EN LA CÁRCEL». Calificó el vídeo de “incitación al más alto nivel” y afirmó que “no puede haber otra interpretación de lo que dijeron”.
Históricamente, Trump ha insinuado consecuencias nefastas para quienes considera desleales. En comentarios anteriores, se refirió a la idea de que los castigos anteriores por tales actos incluirían la muerte, citando normas militares y políticas del pasado. Esta retórica continúa un patrón en el que Trump expresa opiniones extremas sobre la lealtad y la autoridad, especialmente a raíz de los disturbios civiles y la controversia en torno a su administración.
Los representantes demócratas, todos ellos con experiencia en la comunidad militar o de inteligencia, respaldan estas acusaciones. Argumentan que su llamado a los militares para que rechacen órdenes tiene sus raíces en el principio de gobernanza legal y ética.



