Créditos: apnews.com
In a remarkable return to the US Open, former President Donald Trump will attend the men’s final on Sunday, so that his first visit to the prestigious tournament has been marked since 2015. In the iconic Arthur Ashe Stadium, Trump will view the long -awaited match between the best players Jannik Sinner and Carlos Alcaraz from the comfort of the Collos collection, as a source of the regulation of Collos, as a source of the arrangement of Collos esquema.
Esta aparición es particularmente sorprendente en vista de los antecedentes de un cambio de política reciente: hace solo unas semanas, el gobierno de Trump impuso una tasa considerable del 39% en los bienes suizos, que excede considerablemente las tasas impuestas en la Unión Europea y la exportación británica a los Estados Unidos.
El evento llega mientras Trump continúa sintiendo su presencia en eventos deportivos de alto perfil, después de su presencia en el Super Bowl, Daytona 500, varias peleas de UFC y los campeonatos de lucha de la NCAA en los últimos meses. La participación de Trump en tales eventos no solo llama la atención sobre su estatus de celebridades, sino también por el contexto político que rodea sus actuaciones.
La Asociación de Tenis de EE. UU. (USTA) ha hecho esfuerzos para minimizar la visibilidad de posibles protestas que pueden ocurrir durante la final, y aconseja a los locutores que eviten que se muestren las interrupciones tardías. Esta estrategia está destinada a mantener el enfoque en la competencia misma, una decisión que probablemente está influenciada por la atmósfera política polarizada que a menudo rodea a Trump.
Trump fue una vez una figura regular en el US Open, a menudo presente durante sus años como residente de Nueva York. Sin embargo, sus viajes al torneo se detuvieron después del comienzo de su primer mandato presidencial en 2017. La organización Trump había celebrado previamente una suite durante el evento, que detuvo con su uso después de su inauguración.
La invitación para usar la suite Rolex ha establecido comparaciones con presencia presidencial previa en grandes eventos deportivos. Han pasado más de dos décadas desde que se vio a un presidente en funciones en el Abierto de Estados Unidos, con Bill Clinton el último en adornar las tribunas en 2000. Mientras que el ex presidente Barack Obama hizo un Cameee durante la noche de apertura en 2023, la próxima aparición de Trump está aparte como un momento importante en la intersección del deporte y la política.
Con el partido que recibe atención tanto para los jugadores involucrados como para la controvertida audiencia que atraerá, todos los ojos estarán en el Arthur Ashe Stadium para ver cómo se desarrolla el día, político y atlético.