Durante su partida hacia Asia, el presidente estadounidense Donald Trump llamó a Corea del Norte «una especie de potencia nuclear» mientras se dirigía a los periodistas a bordo del Air Force One. El comentario se produjo en respuesta a preguntas sobre la presión de Corea del Norte para que se le reconozca como Estado nuclear antes de reanudar el diálogo con Estados Unidos. Trump reconoció el arsenal nuclear de Corea del Norte y dijo: «Si dices que deberían ser reconocidos como una potencia nuclear, bueno, tienen muchas armas nucleares, lo diré».
El viaje de Trump a Asia incluye una destacada visita a Corea del Sur para el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC). Hay informes de que funcionarios dentro de su administración han considerado la posibilidad de volver a reunirse con el líder norcoreano Kim Jong Un, con quien Trump se reunió por última vez en 2019. El presidente ha manifestado su voluntad de reunirse nuevamente con Kim, posiblemente a finales de este año, lo que refleja la actual complejidad de las relaciones diplomáticas en la Península de Corea.
En una declaración reciente, Kim dijo que tiene «buenos recuerdos» de sus interacciones con Trump e indicó que está abierto a negociaciones si Estados Unidos reevalúa su exigencia de que Corea del Norte abandone sus armas nucleares, calificando la insistencia de «engañosa». El ministro de Unificación de Corea del Sur, Chung Dong-young, ha sugerido que existe una posibilidad «significativa» de que la visita de Trump conduzca a una reunión con Kim. Sin embargo, un alto funcionario estadounidense dejó claro que oficialmente no está prevista ninguna reunión para este viaje.
En previsión de una posible implicación diplomática, Corea del Sur y el Comando de la ONU suspendieron los recorridos por el Área de Seguridad Conjunta (JSA) desde finales de octubre hasta principios de noviembre. El Ministro Chung señaló que los norcoreanos han comenzado a limpiar áreas cercanas a la JSA, lo que indica una renovada urgencia en la preparación que no se había visto a principios de este año.
La última interacción formal entre Trump y Kim tuvo lugar en 2019 en Panmunjom, en la JSA, un lugar en la zona desmilitarizada (DMZ) que separa las dos Coreas. Este evento atrajo una atención generalizada porque marcó a Trump como el primer presidente estadounidense en funciones en ingresar a territorio norcoreano.
A pesar de discusiones previas encaminadas a abordar las ambiciones nucleares de Corea del Norte, el progreso se ha estancado. Los esfuerzos para llegar a un acuerdo mutuo se han visto obstaculizados por desacuerdos sobre el alcance del desarme nuclear que Corea del Norte emprendería en relación con las concesiones que recibiría. Desde que se estancaron estas conversaciones, Pyongyang ha reiterado constantemente su posición como Estado nuclear «irreversible», lo que plantea desafíos continuos al compromiso diplomático en la región.



