Durante un almuerzo en la Casa Blanca, el presidente estadounidense Donald Trump y el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky discutieron varios asuntos de interés mutuo. La reunión tuvo lugar en la Cámara del Gabinete el 17 de octubre de 2025, mientras ambos líderes buscan fortalecer los vínculos en medio de los desafíos geopolíticos en curso.
En un acontecimiento relacionado, el presidente Trump anunció que dos sobrevivientes de un ataque militar estadounidense dirigido a un barco submarino sospechoso de contener drogas en el Caribe serían repatriados a sus países de origen, Ecuador y Colombia. El anuncio se produce después de una operación militar estratégica llevada a cabo por fuerzas estadounidenses el jueves, que supone el sexto ataque de este tipo contra barcos sospechosos de tráfico de drogas desde principios de septiembre.
En una declaración compartida en las redes sociales, Trump expresó orgullo por la operación, enfatizando que interrumpió una importante ruta de tráfico de drogas e impidió que lo que describió como un “submarino muy grande que transporta drogas” llegara a Estados Unidos. Trump dijo que la inteligencia confirmó que el barco estaba fuertemente cargado con fentanilo y otros narcóticos ilegales, lo que subraya la actual crisis del narcotráfico.
El Pentágono publicó un sorprendente video de la operación, que muestra al sumergible navegando justo debajo de la superficie antes de que ocurrieran múltiples explosiones. Las cifras de víctimas inicialmente informadas indicaron que dos personas murieron en el ataque; Sin embargo, Trump confirmó más tarde que había habido un accidente fatal más de lo informado anteriormente. En total, las acciones militares estadounidenses en la región han provocado la muerte de al menos 29 personas desde que comenzaron estas operaciones.
Trump ha caracterizado la ofensiva contra los cárteles de la droga como un “conflicto armado”, estableciendo paralelismos con las autoridades legales invocadas durante la guerra contra el terrorismo de la administración de George W. Bush. Esta afirmación permite el uso de fuerza letal contra los sospechosos de tráfico de drogas, tratándolos igual que a los combatientes enemigos en la guerra tradicional.
La decisión de repatriar a los sobrevivientes aborda posibles preocupaciones legales y constitucionales que podrían haber surgido si hubieran sido procesados por el sistema legal estadounidense. Los juristas han planteado dudas sobre la aplicabilidad del derecho internacional a las extensas acciones militares de Trump contra presuntos narcotraficantes, así como a sus operaciones encubiertas en Venezuela destinadas a destronar potencialmente al presidente Nicolás Maduro. Informes recientes han indicado que Maduro ofreció acceso a la riqueza petrolera y mineral de Venezuela con la esperanza de aliviar la presión estadounidense, aunque, según se informa, tales propuestas han sido rechazadas por la Casa Blanca.
Los ataques militares han provocado malestar entre los miembros del Congreso de ambos partidos, lo que provocó quejas sobre la limitada información compartida sobre las operaciones. Si bien la mayoría de los senadores republicanos apoyaron una medida reciente que exige que Trump busque la aprobación del Congreso para futuros ataques, también se están considerando otras resoluciones que limitarían su capacidad para atacar a Venezuela sin autorización legislativa. Mientras continúan las discusiones, el gobierno enfrenta críticas por su enfoque para combatir el tráfico de drogas y su estrategia más amplia de política exterior.