El gobierno de los Estados Unidos, bajo la administración del presidente Donald Trump, ha impuesto nuevas restricciones de vuelo de México. Esta medida se toma en respuesta a las limitaciones que el gobierno mexicano ha solicitado en los últimos años sobre vuelos de pasajeros y carga a la Ciudad de México. Sean Duffy, el Ministro de Transporte estadounidense, argumenta que las acciones de México, que obligaron a las aerolíneas a mudarse del aeropuerto internacional, Benito Juárez, al nuevo aeropuerto internacional Felipe Ángeles, ubicado a más de 48 kilómetros de distancia, una violación de una violación de un acuerdo incómodo además de un acuerdo inadvertido.
México es el destino extranjero más importante para los estadounidenses, con más de 40 millones de pasajeros que vuelan al país en el último año. Duffy expresó su insatisfacción con la administración anterior y argumentó que «Joe Biden y Pete Buttigieg permitieron deliberadamente a México romper nuestro acuerdo de aviación bilateral». Según él, esta situación cambia a partir de ahora y sirve como una advertencia para otros países que intentan aprovechar a los Estados Unidos, refiriéndose al principio de «Estados Unidos primero».
Ahora, todas las compañías de aviones de pasajeros mexicanos, la carga y la carta deben presentar sus programas de vuelo al departamento de transporte y obtener la aprobación del gobierno para operar hasta que se demuestre que México trata nuestras aerolíneas de manera justa. Las implicaciones de estas nuevas acciones en la guerra comercial con México y las negociaciones sobre las tasas siguen siendo inciertas. Hasta ahora no ha habido una respuesta oficial a estas limitaciones de la oficina del Presidenta de México, Claudia Sheinbaum.
Desde principios del año pasado, Delta Air Lines y Aeromexico no han acordado con los esfuerzos del Ministerio de Transporte para terminar su asociación, que comenzó en 2016. Ambas aerolíneas afirman que no es justo castigarlos por las acciones del gobierno mexicano. Señalan que la cancelación de su acuerdo pondría en peligro casi dos docenas de rutas y $ 800 millones en beneficios económicos que surgen del turismo y los empleos en ambos países. Delta ha indicado que la propuesta del Ministerio de Transporte para cancelar su asociación puede dañar a los consumidores que viajan entre Estados Unidos y México, así como las comunidades y la competencia en la frontera.
Aeroméxico también evalúa el pedido y planea publicar una respuesta conjunta con Delta los días siguientes. Sin embargo, la cancelación de la aprobación de esta alianza solo se implementará en octubre, lo que sugiere que ambas compañías continuarán luchando contra esta decisión. En declaraciones anteriores, Delta y Aeroméxico advirtieron que la eliminación de vuelos directos podría conducir a la pérdida de más de 140,000 turistas estadounidenses y casi 90,000 viajeros mexicanos, que influirían negativamente en las economías de ambas naciones.