En un importante avance diplomático, el presidente estadounidense Donald Trump mantuvo recientemente una conversación telefónica con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, tras el acuerdo entre Israel y Hamás sobre la primera fase de un plan de paz para Gaza. Durante esta interacción, Trump expresó optimismo sobre el futuro de Gaza, caracterizándola como un lugar que está a punto de volverse más pacífico y seguro.
Dirigiéndose a los medios, Trump anunció que Netanyahu está experimentando un aumento en su popularidad y dijo: «No puede creerlo… Ahora le agrado a todo el mundo». Hizo hincapié en que el sentimiento positivo se extiende más allá de Netanyahu y en la percepción más amplia de Israel, lo que sugiere que la nación una vez más está siendo aceptada a nivel mundial. Trump añadió que el actual acuerdo de paz representa una unidad renovada entre las naciones y señaló: «Es asombroso. Nunca he visto algo así».
En sus comentarios, Trump también abordó la dinámica geopolítica que involucra a Irán, sugiriendo que se pueden evitar conflictos potenciales similares a tensiones pasadas. «No sé si esto podría volver a suceder alguna vez», reflexionó, atribuyendo las condiciones favorables actuales a una serie de circunstancias, incluidos los esfuerzos por suavizar las ambiciones nucleares de Irán.
El Presidente anunció con orgullo a través de su plataforma Truth Social que tanto Israel como Hamás han respaldado oficialmente la primera fase del plan de paz, que implica la liberación inminente de los rehenes retenidos por Hamás y la retirada de las fuerzas israelíes siguiendo una línea mutuamente acordada. Netanyahu se hizo eco de este sentimiento y confirmó en una declaración escrita que todos los rehenes regresarían pronto a sus hogares. Indicó planes de convocar a su gobierno para buscar la aprobación del acuerdo.
Las negociaciones de alto riesgo tuvieron lugar en Sharm el-Sheikh, Egipto, y en ellas participaron altos representantes de Estados Unidos, Qatar y Turquía. Trump estuvo representado por su yerno Jared Kushner y el enviado especial Steve Witkoff, mientras que la delegación israelí incluyó a Ron Dermer, un ministro de asuntos estratégicos estrechamente vinculado a Netanyahu.
Tras anunciarse el acuerdo, ambas partes respondieron positivamente. Netanyahu y Trump se felicitaron mutuamente por lo que llamaron un “logro histórico”, y Netanyahu extendió una invitación a Trump para que se dirigiera al parlamento israelí en reconocimiento del avance. Mientras tanto, Hamás reafirmó su aceptación del alto el fuego y los términos para un intercambio de rehenes y prisioneros, pero también pidió a Trump y otros estados garantes que garanticen que Israel cumplirá los términos establecidos en el acuerdo.
Dado que ambos líderes son optimistas sobre el potencial de paz, las conversaciones marcan un momento crucial en el conflicto de larga data, subrayando la voluntad de ambas partes de participar en importantes negociaciones destinadas a lograr una estabilidad duradera en la región.