En una dramática escalada de tensiones sobre disturbios civiles, el presidente Donald Trump ordenó el esfuerzo de las tropas militares a Portland, un movimiento que ha anunciado en su plataforma de redes sociales, Truth Social. El Presidente ha preparado esta acción como una reacción a lo que llamó un «Portland destruido por la guerra», y afirma que el compromiso está destinado a proteger las instalaciones de inmigración y cumplimiento de aduanas (ICE) que, según él, «está asediado» por antifa y otros «terroristas nacionales».
Desde el sábado por la mañana, los funcionarios de la Guardia Nacional de Oregón declararon que no se habían recibido solicitudes formales, lo que indica que cualquier intervención militar requeriría coordinación a través de la oficina estatal. Esta falta de preparación inicial ha llevado a preocupación y confusión entre los líderes locales. El alcalde Bruce Harrell en Seattle informó una conversación con Portland -Mayor Keith Wilson, quien mencionó que los vehículos blindados ya eran visibles en las calles de Portland.
La situación ha aumentado los temores en el cercano Seattle, porque los residentes expresaron disturbios sobre el potencial de acciones militares similares en su ciudad. La estudiante Gabby contra la Universidad de Washington expresó sus preocupaciones y enfatizó la proximidad de los disturbios en su casa. En respuesta, el alcalde Harrell confirmó su comunicación con el gobernador de Washington, Bob Ferguson y el fiscal general Nick Brown, y enfatizó una actitud unida contra la presencia militar federal.
«No queremos la presencia de Trump aquí, no queremos tanques aquí, y hacemos todo lo legal, emocional y emocional para asegurarnos de que no necesitemos eso en nuestras calles», dijo Harrell. La Oficina del Gobernador apoyó las preocupaciones del alcalde y aclaró que no se había aceptado información sobre la inminente movilización en Washington, aunque los preparativos para tales opciones serían.
Los residentes no han rechazado la idea de que las tropas federales se usan localmente de la misma manera que ha ocurrido en Portland. Algunos, incluido el residente local, Daniel Bailes, sugirieron que, bajo el liderazgo de Trump, todo podría suceder, señalando una historia de tácticas de confrontación utilizadas por la administración contra oponentes observados.
El alcalde Harrell habló sobre la complejidad, repitió la dedicación de Seattle para no colaborar con ICE bajo la Ley de trabajo de Washington, lo que mejora la posición de su administración sobre la protección de las comunidades locales contra la eclipsación federal. Los antecedentes del despliegue de esta semana incluyen amenazas previas de la administración Trump para enviar tropas a otras grandes ciudades, como Chicago, junto con acciones anteriores en Los Ángeles que han alimentado constantes disputas legales.
Hablando con los medios de comunicación, el portavoz principal del Pentágono Sean Parnell confirmó la voluntad de movilizar los recursos militares para apoyar las operaciones de seguridad doméstica. Asistente -Secretario de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin, repitió la posición difícil de la administración y declaró que el gobierno no toleraría ningún ataques contra la aplicación de la ley de lo que categorizan como extremistas violentos.
El alcalde Harrell apeló a la incertidumbre con la que se enfrentan los habitantes de Seattle, subraya la naturaleza impredecible del gobierno actual y enfatiza la preparación de la ciudad contra posibles incursiones militares. «Nos hemos preparado para esta pelea», concluyó, en la que enumeramos la situación constante como parte de una lucha nacional más amplia contra las tácticas de la división.