En un sorprendente giro de los acontecimientos tras su reciente victoria electoral, el socialista demócrata Zohran Mamdani se reunirá con el expresidente Donald Trump. Trump anunció la reunión, prevista para el 21 de noviembre, en su plataforma de redes sociales Truth Social. Este acontecimiento se produce pocos días después de que Mamdani, quien recientemente ganó la carrera por la alcaldía de Nueva York, solicitara un diálogo con la oficina del ex presidente.
En el período previo a las elecciones, Trump había criticado abiertamente a Mamdani, calificándolo de «lunático comunista». Sin embargo, después de los resultados electorales, Trump cambió de tono y señaló su voluntad de trabajar juntos para mejorar la ciudad de Nueva York. «Lo resolveremos», señaló, expresando su esperanza de que todo «salga bien para Nueva York».
El intercambio marca un cambio significativo en la narrativa, ya que Trump había expresado previamente su decepción por la elección de los neoyorquinos y describió la victoria de Mamdani como un deslizamiento hacia el comunismo. En sus comentarios postelectorales, Trump afirmó que Estados Unidos perdió “un pedazo de soberanía” debido a la victoria de Mamdani.
En su primer discurso como alcalde electo, Mamdani criticó directamente a Trump, instándolo a «subir el volumen». Hizo hincapié en la importancia de la inmigración para la identidad de Nueva York y dijo: «Nueva York seguirá siendo una ciudad de inmigrantes, una ciudad construida por inmigrantes, impulsada por inmigrantes y, a partir de esta noche, dirigida por un inmigrante». Su victoria sobre el exgobernador Andrew Cuomo, que contaba con el apoyo de Trump, complica aún más el panorama político.
En respuesta al discurso inaugural de Mamdani, Trump lo describió como «muy enojado» y sugirió que el nuevo alcalde debería tener cuidado al dirigirse a él, ya que su administración controla los fondos federales de los que puede depender Nueva York. Trump había advertido previamente que limitaría la ayuda federal si ganaba Mamdani, afirmando que proporcionaría sólo la ayuda mínima requerida.
Mientras los dos líderes se preparan para reunirse, la dinámica política en Nueva York y las implicaciones más amplias para las relaciones federales entre ciudades aún están por verse. La reunión podría sentar las bases para una asociación única, aunque controvertida, centrada en el futuro de la ciudad de Nueva York.



