Las Fuerzas Armadas suecas informaron de un seguimiento activo de un submarino ruso que entró recientemente en el Mar Báltico, lo que subraya el aumento de las tensiones militares en la región. El incidente tuvo lugar el martes cuando se observó al submarino cruzando el estrecho del Gran Belt, que se encuentra entre Dinamarca y Suecia.
En un comunicado detallado, funcionarios militares indicaron que aviones de combate y buques de guerra suecos ya habían atacado el submarino en el Kattegat, el estrecho que separa Dinamarca de Suecia. Calificaron esta operación como un procedimiento estándar y señalaron que se llevó a cabo en estrecha coordinación con los países aliados. Los funcionarios aseguraron a los ciudadanos que estaban llevando a cabo una vigilancia exhaustiva del área marítima circundante.
Este acontecimiento se produce en el contexto de crecientes tensiones en el Mar Báltico, especialmente después de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia en 2022. El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, ya se ha referido anteriormente al desafiante panorama de seguridad, insistiendo en que si bien el país “no está en guerra, tampoco hay paz”. En una desviación notable de su posición histórica, Suecia puso fin a más de doscientos años de no alineación militar al unirse a la OTAN en 2024, una medida estratégica destinada a fortalecer la defensa nacional en medio de crecientes amenazas a la seguridad.
Kristersson ha expresado su preocupación por la región del Mar Báltico en general, describiéndola como vulnerable a «ataques híbridos», incluidos esfuerzos de desinformación e incidentes que involucran infraestructura crítica, como cables submarinos dañados, vitales para las comunicaciones globales. Calificó la amenaza rusa como un problema a largo plazo y enfatizó que la estrategia de defensa de Suecia debe evolucionar en respuesta al cambiante panorama geopolítico.
La continua vigilancia del submarino por parte de las Fuerzas Armadas suecas ilustra las complejidades y responsabilidades asociadas con la cooperación en materia de seguridad regional en estos tiempos de incertidumbre, mientras los países permanecen vigilantes tanto en sus operaciones aéreas como marítimas.