Un soldado estadounidense en servicio activo ha hecho historia al pilotar con éxito el helicóptero Black Hawk pilotado opcionalmente (OPV) en misiones del mundo real. Esta es la primera vez que una persona que no es piloto ni ingeniero de pruebas maniobra de forma independiente este avión avanzado. Esta hazaña innovadora involucró a un sargento de primera clase de la Guardia Nacional del Ejército de EE. UU., que recibió entrenamiento para la operación en menos de una hora y utilizó una tableta portátil para pilotar el avión de hélice Sikorsky, que está equipado con el avanzado sistema de autonomía de vuelo Matrix. Las misiones incluyen tareas esenciales de logística y entrega aérea.
Este notable evento tuvo lugar durante el ejercicio militar Northern Strike 25-2 en agosto, y Lockheed Martin compartió los detalles en octubre. La demostración destacó el potencial de un Black Hawk autónomo para aumentar el alcance de la misión y reducir los riesgos para los soldados, confirmando que las personas sin experiencia en aviación pueden volar eficazmente aviones avanzados a través de sistemas de control intuitivos.
Rich Benton, vicepresidente y director general de Sikorsky, articuló los beneficios de esta tecnología y dijo: «En situaciones logísticas conflictivas, un Black Hawk que opera como un gran dron proporciona a los comandantes mayor resiliencia y flexibilidad para llevar los activos a donde se necesitan». Durante el ejercicio Northern Strike, el OPV Black Hawk propulsado por Matrix demostró varias funciones críticas, incluido el paracaidismo, la recuperación logística y las operaciones aéreas que involucran cargas en rollo externas. Un ejemplo notable involucró a un soldado que realizaba una misión de reabastecimiento de Clase 1, controlando las operaciones de forma remota desde un barco de la Guardia Costera a 70 millas náuticas de distancia. Esta misión incluyó dos lanzamientos de paracaídas de precisión a diferentes altitudes, todos gestionados únicamente por el soldado.
El Black Hawk demostró aún más sus capacidades al flotar de forma autónoma para ayudar a los soldados a conectar un tanque de agua de 2900 libras sin la intervención del piloto. Esta fue la primera operación aérea remota de carga con eslinga. Además, la aeronave transportó eficientemente los tubos de lanzamiento HIMARS a lugares designados, demostrando su adaptabilidad y versatilidad operativa.
Uno de los momentos más destacados fue una misión de evacuación médica simulada en la que un soldado no entrenado transfirió con éxito a una persona herida desde el Black Hawk autónomo a un helicóptero pilotado sobre un terreno irregular. Este importante logro representa un gran avance en las capacidades de respuesta médica autónoma para personas sin formación en aviación.
La ejecución exitosa de estas misiones no sólo mejora la logística militar, sino que también significa un futuro prometedor para la aviación autónoma dentro de las estrategias de defensa, allanando el camino para aplicaciones más amplias en diversos contextos operativos.
 
                