La broma en línea de un estudiante de octavo grado de Tennessee llevó a su arresto después de que estaba marcada por el software de vigilancia digital de su escuela, lo que causó un debate sobre las implicaciones de dicha tecnología en entornos educativos. La niña, cuya identidad es retenida, hizo un comentario durante una conversación en línea con compañeros de clase que interpretaron a los oficiales de la escuela como una amenaza. El resultado fue una experiencia dolorosa tanto para la estudiante como para su familia: fue interrogada, declarada por una franja y pasó la noche en una celda de la prisión sin la posibilidad de contactar a sus padres.
Este incidente se encontró en un contexto de aumento de la vigilancia en las escuelas de los Estados Unidos, en particular a la luz de la creciente preocupación por los tiroteos en la escuela y la seguridad de los estudiantes y el personal. Muchos distritos ahora utilizan software de monitoreo como Gaggle y Lightspeed Alert, que usan inteligencia artificial para analizar la comunicación de los estudiantes en busca de riesgos potenciales. Estas herramientas están destinadas a identificar proactivamente signos de autocompledor o amenazas de violencia, para advertir a los funcionarios escolares y a la policía de posibles peligros.
Sin embargo, los críticos afirman que este enfoque puede conducir a graves consecuencias para los niños, lo que significa que las indisceciones jóvenes son efectivamente criminalizadas de una manera que carece de matices. Elizabeth Laird, del Centro de Democracia y Tecnología, señaló que los sistemas crean una presencia rutinaria de la policía en la vida cotidiana de los estudiantes, a menudo peor en lugar de iluminar el miedo a la seguridad escolar.
El incidente en Tennessee fue especialmente impactante para el estudiante del estudiante, Lesley Mathis, quien expresó grandes preocupaciones sobre cómo la aplicación de la tecnología de vigilancia parece ignorar el contexto, lo que resultó en serias consecuencias para pequeños pasos en falso. Después del arresto, la niña fue sometida a un arresto domiciliario judicial y una evaluación psicológica, junto con el registro en una escuela alternativa, que es aún más difícil su vida joven.
El CEO de Gaggle, Jeff Patterson, defendió el propósito previsto del software, del cual dijo que se centra en la intervención temprana en lugar de las medidas punitivas. Hizo hincapié en el valor del uso de dicha tecnología para distinguir las amenazas reales de la mera charla adolescente, lo que implica que el arresto fue una reacción exagerada a un juicio temporal.
Situaciones similares han generado la alarma entre los educadores y los padres en todo el país. Los estudiantes a menudo creen que participan en conversaciones privadas, sin saber que sus palabras están siendo monitoreadas. Un caso enfatizado por el abogado de Florida Shahar Pasch fue un estudiante que remitió bromas a los tiros escolares en Snapchat, lo que resultó en un aviso inmediato de la policía y un arresto.
Con la rápida proliferación de estos sistemas de vigilancia, hay informes crecientes de informes falsos que plantean preguntas sobre la eficacia y las implicaciones éticas para monitorear las interacciones en línea de los estudiantes. Un análisis de las advertencias de Gaggle en Lawrence, Kansas, mostró que casi dos tercios de los informes no se consideraron amenazas reales, incluidas más de 200 falsas alarmas que resultan de la tarea inofensiva de los estudiantes.
Ex alumnos como Natasha Torkaban, que recientemente se graduó, también experimentaron reuniones inquietantes con el software, que enfatiza su carácter invasivo y su potencial para malentendidos de expresiones juveniles. Junto con un grupo de sus colegas, presentó una demanda contra su distrito escolar por acusaciones de supervisión inconstitucional, y enfatizó la necesidad de un equilibrio entre la seguridad de los estudiantes y la privacidad.
Los funcionarios escolares reconocen la validez de las preocupaciones sobre estas tecnologías, pero afirman que han identificado y actuado con éxito en amenazas reales. Durante una reunión de la Junta de Educación, Anne Costello reconoció la complejidad de priorizar la seguridad de los estudiantes, mientras que los efectos más amplios de estas medidas de vigilancia están considerando.
Ha pasado el tiempo desde la prueba de Tennessee -Tiener, y aunque se está adaptando, la experiencia ha traído un importante miedo a las figuras de autoridad en ella. Su madre notó un ambiente contrastante en la escuela alternativa de su hija, donde los maestros promueven el diálogo abierto y el apoyo emocional, lo que enfatiza la necesidad de comprensión y compasión en entornos educativos.
La controversia en torno al uso de sistemas de seguridad en las escuelas continúa desarrollándose y refleja preguntas sociales más amplias sobre la privacidad, la seguridad y las consecuencias de la supervisión automatizada en la vida de los jóvenes.



