En un intento notable de comunicarse con las generaciones futuras, la Universidad Sellada de Oglethorpe en Atlanta, Georgia, la cripta de la civilización hace más de 85 años. La cripta tiene la intención de permanecer sin abrir hasta el año 8113 CE, con una serie de artefactos y conocimiento del siglo XX, como libros, grabaciones y objetos cotidianos. Esta iniciativa es un intento único de mantener la esencia de la civilización moderna como un mensaje duradero para aquellos que ahora habitarán los milenios de la Tierra.
El visionario detrás de este ambicioso proyecto, Thornwell Jacobs, quien se desempeñó como presidente de la Universidad de Oglethorpe, se inspiró en las antiguas pirámides egipcias y otras reliquias históricas. Imaginó un repositorio que podría soportar la prueba del tiempo, capaz de sobrevivir durante miles de años, al tiempo que proporcionaba información sobre el progreso cultural, científico y tecnológico del siglo XX. La cripta, rigurosa diseñada de acero inoxidable y concreto, está sellada con correo electrónico y enterrada bajo tierra para proteger su contenido contra desastres naturales e interferencia humana. Jacobs catalogó todos los artefactos cuidadosamente y aseguró que las generaciones futuras pudieran entender el mundo tal como era.
Dentro del cripte, más de 800 artefactos seleccionados, incluidos libros, películas, grabaciones, herramientas cotidianas, instrumentos científicos e incluso elementos cotidianos como el hilo dental. Hudson, un investigador involucrado en el proyecto, describió la cripta como un «pulsador con la vida», y enfatizó su significado como una ventana en la existencia humana. Hudson expresó su entusiasmo por la idea de un antropólogo cultural que descubrió y describió la cripta en 8113 como una posible sala del tesoro que atrapa hábitos diarios, progreso tecnológico y actividades intelectuales del siglo XX.
Los desafíos de construir un repositorio que fue diseñado para resistir la devastación fueron considerables. La cripta tuvo que ser resistente contra los cambios de temperatura, las fluctuaciones de humedad y la posible actividad sísmica para garantizar la vida de su contenido. Cada artículo fue cuidadosamente esterilizado, catalogado y sellado. Para aumentar la accesibilidad para futuros descubridores, los documentos dentro de la cripta se escriben en varios idiomas, incluidos inglés, español y francés, complementados con guías pictóricas para facilitar el concepto a lo largo de los milenios.
Hudson expresó el objetivo en profundidad de la cripta diciendo: «El mundo está enterrando nuestra civilización para siempre, y aquí en esta cripta te lo dejamos». Esta declaración arroja luz sobre una conciencia crítica de la transiencia de la civilización y la intención intencional detrás de la preservación de un registro de rendimiento humano para las generaciones futuras. Mientras el mundo continúa evolucionando, la cripta de la civilización sigue siendo un recuerdo móvil de la rica historia de la humanidad y la búsqueda duradera para ponerse en contacto con aquellos que lo descubrirán.