Los ataques aéreos rusos llovieron en cuatro ciudades ucranianas por la noche, lo que resultó en al menos 15 lesiones cuando el Kremlin intensificó su ataque a la infraestructura energética de Ucrania. Los ataques estaban dirigidos principalmente a importantes instalaciones de energía en la carrera, hasta una fecha límite crítica del presidente estadounidense Donald Trump. El 2 de septiembre, Trump obligó a Rusia a llegar a un acuerdo de paz para evitar posibles sanciones graves de Washington.
A medida que el conflicto continúa sin cesar, no se ha anunciado una fecha para una tercera ronda de negociaciones de paz directa entre las delegaciones rusas y ucranianas. Conversaciones anteriores han arrojado resultados mínimos, principalmente dirigidos a los intercambios de prisioneros sin ningún progreso sustantivo en la dirección de un alto el fuego.
La Fuerza Aérea de Ucrania informó que Rusia desata un aluvión formidable de 400 drones señuelo y señuelo, junto a un cohete balístico, que atrapó áreas vitales, incluida Kharkiv, la segunda ciudad más grande de Ucrania; La ciudad biológica del presidente Volodyymyr Zenskyy Kryvyi Rih; Vinnytsia en el oeste; y Odesa en el sur.
En respuesta a los ataques, el presidente Zenskyy señaló sobre la estrategia terrorista en curso de Rusia. Hizo hincapié en la necesidad urgente de una amplia mejora de las posibilidades de defensa de Ucrania, lo que requería más sistemas de defensa aérea, interceptores y una solución más fuerte para garantizar que Rusia sienta una reacción sólida.
En un anuncio de Trump, expresó su dedicación a enviar ayuda militar adicional, incluidos sistemas cruciales de defensa aérea de Patriot, a Ucrania, al mismo tiempo amenazar más sanciones contra Rusia. Esto marca la actitud más agresiva de Trump hacia el presidente ruso Vladimir Putin desde que reanudó su presidencia hace seis meses.
Sin embargo, el ultimátum de 50 días se preocupa entre algunos legisladores estadounidenses y funcionarios europeos, que afirman que Putin podría ofrecer la oportunidad de obtener más territorio ucraniano para un posible esquema de paz. Anteriormente, los ultimatums estadounidenses no han convencido al líder ruso de que se retirara de Ucrania, donde el conflicto ha exigido decenas de miles de vidas militares y ha resultado en más de 12,000 víctimas civiles, según los informes de las Naciones Unidas.
El Instituto para el Estudio de la Guerra, un destacado grupo de expertos en Washington, advirtió que Putin parece adherirse a una estrategia destinada a obtener ganancias territoriales incrementales, mientras que el apoyo occidental para Ucrania disminuirá con el tiempo.
En medio de estos desarrollos, Trump señaló que, aunque Estados Unidos suministra recursos militares adicionales, la carga financiera se encuentra en gran medida en los países europeos. Kaja Kallas, jefe de la política exterior de la Unión Europea, expresó una exención sobre el despliegue estadounidense, pero subrayó el deseo de Washington de contribuir sustancialmente a los costos, que establece que los países europeos deberían tener las implicaciones financieras de su apoyo a Ucrania.