En una importante escalada de hostilidades, Rusia lanzó un ataque de cohetes y drones a gran escala contra la capital de Ucrania, Kiev, por la noche hasta el jueves. El ataque resultó en varios incendios en la ciudad y dejó al menos 10 personas heridas, según informes de funcionarios ucranianos. Esta huelga sigue a uno de los bombardeos aéreos más intensos que se vieron el día anterior durante el conflicto de tres años.
Kyiv Burgemeester Vitali Klitschko informó en la plataforma de informes de Telegram que las operaciones de rescate estaban en marcha en el distrito de Shevchenkivskyi, donde los escombros del ataque habían inflamado un incendio en el piso superior de un edificio residencial. Tymur Tkachenko, jefe de la Administración Regional de Kiev, describió que al menos cinco distritos fueron golpeados, con incendios no solo en edificios residenciales, sino que también influyen en automóviles, almacenes y varias estructuras no residenciales. Bajo las lesiones reportadas, tres personas sufrieron fragmentos de granadas.
Esta ola de ataques parece ser parte de la estrategia de Rusia para abrumar los sistemas de defensa aérea de Ucrania, con un número creciente de zonas de cubierta además de ataques reales. La noche anterior marcó otro récord, con más de 700 ataques y drones señuelo lanzados, que anteriormente superó los totales de ataque nocturnos en solo dos semanas.
Además de los ataques aéreos, las tropas terrestres rusas han iniciado una ofensiva renovada centrada en romper partes de la extensa línea del frente de 1,000 kilómetros (620 millas). Esto es en un momento en que se dice que las tropas ucranianas están bajo una presión considerable debido a los déficits de mano de obra.
Mientras tanto, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, expresó insatisfacción con el presidente ruso Vladimir Putin, que enfatizó la falta de progreso en las negociaciones de paz desde que Trump asumió en enero. Subrayó la necesidad de un mayor apoyo estadounidense para Ucrania, especialmente después de una detención temporal de las entregas de armas críticas de Washington menos de una semana antes. Después de este descanso, los funcionarios estadounidenses confirmaron que se reanudó el flujo de cierto armamento, incluidos capas de 155 mm y cohetes de precisión conocidos como GMLR, aunque el momento exacto de esta reanudación sigue sin estar claro.
A medida que se desarrolla la situación, la comunidad internacional continúa siguiendo los desarrollos en el conflicto de cerca, con constantes discusiones sobre el apoyo militar a Ucrania y los esfuerzos diplomáticos para navegar por las tensiones crecientes.