Islamabad se está preparando para presentar la 27ª Enmienda Constitucional, una propuesta integral destinada a cambiar significativamente el panorama político e institucional de Pakistán. El gobierno liderado por Shehbaz Sharif ha anunciado su intención de presentar esta enmienda al parlamento después de conversaciones con los socios de la coalición.
El cambio propuesto cubre áreas críticas que incluyen la estructura de mando de las fuerzas armadas, la composición y autoridad del poder judicial y la distribución de recursos federales entre las provincias. Los observadores han expresado su preocupación de que estos cambios puedan fortalecer la influencia del jefe del ejército de Pakistán, el mariscal de campo Asim Munir.
Entre los principales cambios estructurales, los informes apuntan a la creación de un nuevo Tribunal Constitucional, destinado a sustituir a la Sala Constitucional existente dentro del Tribunal Supremo. Esta nueva institución se ocuparía de la interpretación y resolución constitucional, y el Presidente del Tribunal Supremo también presidiría el Consejo Judicial Supremo y la Comisión Judicial. Disposiciones adicionales en la enmienda sugieren la reinstalación de magistrados ejecutivos, cambios en los procedimientos de transferencia judicial y ajustes en el proceso de nombramiento del Comisionado Electoral Jefe y otros miembros de la Comisión Electoral.
El gobierno también planea devolver el control de la educación y el bienestar de la población al nivel federal, áreas administradas por las provincias bajo la 18ª Enmienda. Además, el borrador deja abierta la posibilidad de reevaluar la concesión de la Comisión Nacional de Finanzas (NFC), lo que puede reducir las asignaciones financieras que reciben las provincias.
Uno de los aspectos más controvertidos de la 27ª Enmienda gira en torno al artículo 243 de la Constitución paquistaní, que rige el mando y nombramiento de las fuerzas armadas. El ministro de Defensa, Khawaja Asif, señaló que este artículo se está revisando para tener en cuenta los cambios en las necesidades de defensa. Estipula que “el Gobierno Federal tendrá el control y el mando de las Fuerzas Armadas”, y hay informes que sugieren que la enmienda podría formalizar el estatus de mariscal de campo al tiempo que aclara los protocolos de sucesión dentro del ejército.
Los críticos argumentan que este cambio podría afianzar aún más el poder de Munir y fortalecer su papel tanto a nivel nacional como internacional. Figuras de la oposición y expertos constitucionales han dado la alarma sobre la posible erosión de la independencia judicial y la autonomía provincial, logros clave de la 18ª Enmienda. Ex legisladores advirtieron que los ajustes a la fórmula de la NFC podrían alterar el equilibrio financiero entre la federación y las provincias.
En respuesta a una posible reacción, el Viceprimer Ministro Ishaq Dar subrayó que la enmienda sólo se introducirá después de que se alcance un consenso nacional. El Partido Popular de Pakistán, dirigido por Bilawal Bhutto-Zardari, ha indicado que se están manteniendo conversaciones con el primer ministro Shehbaz Sharif y el presidente Asif Ali Zardari. Si bien el texto final de la enmienda aún está pendiente, la 27ª Enmienda representará un momento crucial en el reciente desarrollo constitucional de Pakistán.



