Los Países Bajos han vendido oficialmente un lote de aviones de combate F-16 a Rumania, lo que constituye un hito importante en la cooperación de la OTAN. El acuerdo implicó la transferencia de los aviones utilizados para entrenar a pilotos ucranianos, lo que simboliza un esfuerzo conjunto entre los aliados de la OTAN en medio de las tensiones regionales en curso.
En la transacción recientemente anunciada, Rumania adquirió los aviones de combate por una contraprestación nominal de poco más de 1 euro, complementada con un impuesto al valor agregado de 21 millones de euros. Este acuerdo no sólo ayuda a los Países Bajos a dar paso a aviones más nuevos, sino que también fortalece el papel estratégico de Rumania como centro de entrenamiento para la Fuerza Aérea Europea que utiliza el F-16 Fighting Falcon, un avión a reacción de cuarta generación de gran prestigio.
Establecido a principios de este año, el Centro Europeo de Entrenamiento F-16 (EFTC) en Rumania ha ampliado sus capacidades de entrenamiento para dar cabida a pilotos ucranianos junto con sus homólogos rumanos. Antes de la transferencia, los Países Bajos habían estacionado 18 F-16 en este centro, que tiene su base en la 86.ª base aérea de Rumanía en Fetești.
El ministro rumano de Defensa Nacional, Liviu-Ionuț Moșteanu, enfatizó la importancia del contrato para fortalecer el EFTC, afirmando que ha posicionado a Rumania como un importante centro europeo para los países que poseen o planean operar el F-16. También indicó que planea ampliar los módulos de capacitación, especialmente a medida que avance el programa F-35.
Además, la decisión holandesa de desprenderse de estos aviones de combate refleja una venta simbólica anterior de MiG-29 alemanes a Polonia, que luego fueron transferidos a Ucrania. Esta decisión estratégica refleja el fortalecimiento de los vínculos entre los países de la OTAN frente a los cambiantes desafíos de seguridad.
Tanto Rumania como los Países Bajos enfatizaron la urgencia de esta transferencia, y Rumania expresó su compromiso de poner varios sitios de entrenamiento a disposición de los pilotos ucranianos y de la OTAN. Ruben Brekelmans, Ministro de Defensa holandés, comentó sobre la renovada vida de los antiguos F-16 holandeses e indicó que los pilotos ucranianos entrenados en estos aviones hacen una contribución significativa a la defensa de su país contra los ataques aéreos rusos.
Actualmente, Ucrania opera un número limitado de F-16 suministrados por los aliados de la OTAN, que han mejorado significativamente sus capacidades aéreas en comparación con sus envejecidos aviones de diseño soviético. Además del F-16, Ucrania también ha integrado otros aviones de combate occidentales en su arsenal, incluido el Mirage 2000 de producción francesa y posiblemente el JAS 39 Gripen sueco, lo que refleja una ampliación de su apoyo militar.
Mientras Rumania continúa apoyando el derecho de Ucrania a la autodefensa, la expansión del EFTC sirve como un elemento crucial para promover la cooperación y la preparación entre los estados miembros de la OTAN, subrayando un frente unido en los esfuerzos de seguridad regional.



