En medio de la intensificadora guerra de Israel-Hamas, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu se estableció el lunes para visitar a los Estados Unidos para conversar con el presidente Donald Trump. Este viaje se ha planeado durante más de una semana, por lo que se espera que la agenda se ocupe de temas críticos, incluido el programa nuclear de Irán, estrategias para la terminación de las hostilidades en Gaza y el progreso con respecto a los acuerdos de Abraham.
Esta reunión en Washington marca la tercera visita de Netanyahu a la Casa Blanca desde que Trump reanudó la oficina, después de visitar en febrero y abril. Es importante porque es después de las recientes acciones militares de los Estados Unidos e Israel se centró en las ambiciones nucleares de Irán. Aunque el gobierno iraní afirma que sus esfuerzos nucleares están dirigidos a fines pacíficos, se ha tomado venganza contra Estados Unidos e Israel.
Esta visita se ve particularmente afectada después de que Hamas ha expresado la voluntad de participar en una parte positiva propuesta por el plan Stakten-Fur de los Estados Unidos. Se espera que las discusiones posteriores tengan lugar en Doha, Qatar, con negociaciones que han estado sucediendo desde que Hamas lanzó un ataque inesperado contra Israel el 7 de octubre, lo que resultó en alrededor de 1,200 muertes. Según los informes, las acciones de represalia de Israel en Gaza causaron la muerte de más de 57,000 personas, según funcionarios de salud locales citados por Associated Press.
Cesa: la propuesta de propuesta incluye la posible liberación de reparación de 10 rehenes israelíes vivos y el regreso de 18 personas fallecidas a cambio de prisioneros palestinos encerrados en Israel. Actualmente se supone que alrededor de 50 rehenes están detenidos en Gaza, con al menos 20 confirmados.
En una salida de las reuniones anteriores en la Oficina Oval, la reunión del lunes será una cena cerrada a las 6.30 p.m., sin reporteros actuales. Durante su partida del aeropuerto de Ben-Gurion, Netanyahu señaló que su equipo está negociando activamente un acuerdo de rehenes y expresó la esperanza de que las discusiones con Trump puedan facilitar un alto el fuego con Hamas.
Trump recientemente indicó optimismo sobre lograr un cese, los incendios en Gaza, pero no proporcionó ideas detalladas sobre lo que tal acuerdo podría implicar. Sin embargo, la posibilidad de negociaciones de paz continúa atrayendo optimismo con las partes involucradas.
Los antecedentes del Israel-Irán y los intentos continuos de paz en Gaza también han llevado a discusiones sobre la posible expansión de los acuerdos de Abraham, que están destinados a normalizar las relaciones entre Israel y varios estados árabes. Netanyahu ha articulado que ya se han producido cambios significativos en el medio, lo que sugiere que hay más oportunidades diplomáticas en el horizonte.
Además, Trump ha insinuado que más países de la región muestran interés en poner los lazos formales con Israel. Su administración previamente facilitó la estandarización de las relaciones con los Emiratos Árabes Unidos, Bahrein, Sudán y Marruecos bajo los acuerdos de Abraham.
A pesar de este optimismo, no existe una opinión anormal dentro del propio gobierno de Netanyahu con respecto a la terminación de las hostilidades, por lo que algunas facciones defienden el desmantelamiento completo de Hamas antes de que se realice un acuerdo de paz, a pesar de la duración a largo plazo del conflicto.
En el período previo a la reunión, Trump compartió en las redes sociales que las discusiones productivas se mantuvieron con representantes israelíes con respecto a Gaza, que enfatiza la urgencia de Hamas para aceptar condiciones para un alto el fuego.
En una declaración anterior a su partida, Netanyahu subrayó la importancia de abordar múltiples objetivos: asegurar la liberación de rehenes, neutralizar las posibilidades operativas de Hamas y garantizar que Gaza no sea una amenaza futura para Israel.