Durante un discurso apasionado en la Asamblea General de las Naciones Unidas, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu afirmó que Irán es una amenaza importante tanto para la estabilidad regional como para la existencia de Israel, promoviendo agresivamente su programa nuclear y su cohetes balísticos. Netanyahu reveló lo que llamó una ‘tarjeta de maldición’, con énfasis en los peligros de Irán y el abogado de Israel y más allá.
Netanyahu gritó sobre la preocupación por los conflictos recientes y declaró que el ejército de Israel se decidió por grupos de Irán como los Houthis y Hamas y Hezbolá debilitados. Él declaró: «En la última década hemos destruido las armas atómicas y el programa de cohetes balísticos de Irán», de modo que la determinación de Israel para evitar que Irán revitalice las capacidades nucleares.
En respuesta a las acusaciones de genocidio con respecto a la situación en Gaza, Netanyahu rechazó fuertemente las afirmaciones como «infundadas». Condenó a Hamas por la operación de víctimas civiles para la propaganda, con el argumento de que cada sufrimiento en Gaza es una consecuencia directa de las acciones del grupo en lugar de la política israelí. «Si los Gazans no tienen comida, es porque Hamas lo robó», notó, en el que declaró que Israel ofrece ayuda mientras fue acusado de morir de hambre a la población.
En un movimiento para comunicarse directamente con los residentes de Gaza, la oficina de Netanyahu envió a las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) para establecer oradores en la Franja de Gaza para transmitir su discurso. Según los informes, esta directiva enfrentó alguna oposición dentro de las FDI, lo que expresó su preocupación por la seguridad de los soldados que operan en territorio potencialmente hostil. Sin embargo, los preparativos estaban en marcha para implementar la orden, con informes que indican intenciones de usar esta transmisión como una forma de guerra psicológica.
Además, durante su viaje a los Estados Unidos, el vuelo de Netanyahu tomó un camino inusual, evitando deliberadamente el espacio aéreo francés y español, una medida de precaución atribuida a posibles declaraciones de arresto emitidas por ambos países por presuntos crímenes de guerra. Esta decisión, que no fue confirmada o explicada por la Oficina del Primer Ministro, estaba vinculada a ajustes logísticos que limitaron el número de personas a bordo, incluidos los periodistas, para ahorrar combustible para lo que se espera que sea un viaje más largo.
La ruta del vuelo y el viaje general subrayan la tensión constante en torno al liderazgo de Netanyahu y los complejos desafíos geopolíticos con los que está en el escenario internacional.