En un importante avance para el golf profesional, el PGA Tour, DP World Tour y LIV Golf anunciaron un acuerdo para fusionarse en junio de 2023, lo que indica un posible cambio hacia un deporte más unificado. Sin embargo, casi dos años y medio después, las negociaciones continúan, revelando las complejidades y dificultades asociadas con la alineación de los intereses de estas giras prominentes. En particular, el expresidente estadounidense Donald Trump ha participado en las discusiones, lo que subraya lo mucho que está en juego en la situación.
Rory McIlroy, un golfista experimentado de Irlanda del Norte, pidió recientemente a los mejores jugadores de Europa que apoyen el DP World Tour. McIlroy expresó su preocupación por la dirección del golf masculino profesional y enfatizó la necesidad de unidad entre los jugadores en apoyo de las estructuras tradicionales. “Estábamos tratando de tratar con personas que actuaban de manera irracional en algunos aspectos, sólo en términos del capital que comprometieron y el dinero que gastaron”, dijo.
Los comentarios de McIlroy reflejan los desafíos que plantea la creciente presión financiera de LIV Golf, que estima que ya ha invertido entre 5.000 y 6.000 millones de dólares en sus empresas. “Han pasado cuatro o cinco años y todavía no ha habido retorno, pero van a tener que seguir gastando ese dinero para incluso mantener lo que tienen ahora”, advirtió. Con muchos contratos a punto de expirar y los jugadores probablemente exijan una compensación igual o mayor, el camino parece precario.
Bryson DeChambeau, otro jugador de alto perfil que pasó del PGA Tour al LIV, reconoció la brecha existente entre las dos facciones. Ahora bajo contrato con LIV hasta 2026, DeChambeau comentó: “Me gustaría que sucediera algo grande, pero no creo que suceda en el futuro cercano. Creo que hay demasiadas ganas por parte de ambos lados y poco cuidado por parte del otro”.
Tanto los comentarios de McIlroy como los de DeChambeau subrayan una creciente comprensión de que se necesitan cambios sustanciales para hacer avanzar el deporte. Si bien el futuro sigue siendo incierto, ambos jugadores expresan perspectivas esperanzadoras para el crecimiento del golf a escala internacional, lo que indica que el deporte aún puede encontrar vías de colaboración y expansión a pesar de los desafíos actuales.



