Un descubrimiento arqueológico innovador en Alemania ha presentado un aspecto no replanteado de la Neanderthal, que enfatiza su ingenio y estrategias de supervivencia. Los investigadores han establecido que los neandertales tenían efectivamente una «fábrica gruesa» hace aproximadamente 125,000 años, una práctica que puede haber sido crucial para eludir una condición potencialmente que amenazaba la vida que se conoce como intoxicación por proteínas.
Investigaciones recientes publicadas en la revista Science ilustra cómo los neandertales han extraído grasa de los huesos de los animales para complementar sus dietas pesadas de proteínas. Este método parece haber sido vital para prevenir una condición que generalmente se llama ‘silbato de conejo’, que surge cuando una alta ingesta de proteínas no se equilibra con suficientes grasas y carbohidratos. Dado que los neandertales eran principalmente carnívoros, habrían sido particularmente sensibles a esta dolencia si su dieta consistiera en gran medida en carne magra sin suficiente grasa.
El descubrimiento de esta «fábrica gruesa» ofrece información sobre estrategias innovadoras para la adquisición de residuos de animales en calorías. Sugiere que los neandertales entendieron los beneficios nutricionales de la grasa, que ofrece más del doble de calorías por gramo en comparación con proteínas o carbohidratos. En tiempos de escasez de alimentos, tal ingenio habría sido esencial para su supervivencia.
La prueba de esta práctica se encontró en el sitio de Neubark-Noord en el centro de Alemania, donde los investigadores revelaron los restos de 172 animales grandes, incluidos caballos, ciervos y ganado. Además de estos restos, el equipo descubrió herramientas creadas por Neanderthal, como Aamviezen y Hammerstones. Un análisis posterior de los huesos indicó que los neandertales no solo consumieron la carne, sino que también los huesos aplastados para obtener médula, un tejido blando comestible, antes de cocinar para extraer la grasa.
Wil Roebroeks, profesor emérito de arqueología paleolítica en la Universidad de Leiden, comentó sobre la naturaleza laboral intensiva del proceso y señaló que los considerables esfuerzos involucrados en fragmentar los huesos en pequeñas piezas. Esto sugiere que los neandertales prepararon deliberadamente estos huesos con un propósito específico en mente. La técnica de romper, cocinar y mostrar grasas refleja una estrategia clara para maximizar el rendimiento alimentario de los animales que cazaban.
Los hallazgos desafían las nociones anteriores con respecto a la línea de tiempo de la intensificación de los recursos, la práctica de maximizar la utilidad de los materiales disponibles, mezclando el hecho de que dicho comportamiento era visible en los neandertales mucho antes de la extinción de su especie. Lutz Kindler, un arqueólogo del Centro de Investigación Arqueológica de Monrepos y el Museo de la Evolución del Comportamiento Humano en Alemania, enfatiza que el procesamiento cuidadoso de la innovación y la adaptabilidad neandertales bottadas ilustran su entorno.
Además, el concepto de almacenamiento de alimentos desafía la visión tradicional de los neandertales como alimentos puramente oportunistas. Roebroeks sugirió que estas personas mayores pueden haber almacenado grasa animal para uso futuro, al igual que las personas modernas manejan su suministro de alimentos. Al hacer un uso eficiente de los recursos disponibles, los neandertales pueden mantenerse en tiempos de escasez, haciendo una ingesta fija de calorías de importancia vital para su supervivencia.
La capacidad de extraer médula y grasa significa no solo estrategias avanzadas de supervivencia, sino que también refleja una comprensión de la nutrición y las necesidades nutricionales que resuenan con las prácticas contemporáneas. Esta investigación innovadora agrega un capítulo valioso a nuestra comprensión de la vida neandertal y su notable adaptación a los desafíos que se enfrentaron.