Un incidente reciente con un jaguar en Brasil ha atraído la atención de los científicos y los amantes de los animales, con una increíble natación que ha vuelto a definir las expectativas con respecto a las habilidades de natación de este majestuoso gato grande. El evento se desarrolló cuando los investigadores se encontraron con imágenes del animal que nadó con impresionantes 1.54 millas (2.48 kilómetros), que superan considerablemente el récord anterior de la distancia de natación de Jaguar, que fue de aproximadamente 650 pies (200 metros). Esta nueva revelación no solo aplasta suposiciones sobre el comportamiento de natación de la especie, sino que también plantea preguntas intrigantes sobre sus motivaciones y adaptabilidad.
La notable inmersión fue documentada por primera vez en mayo de 2020 por un CamerVallet cerca de la presa de energía hidroeléctrica Serra Da Mesa en el estado de Goiás. Las imágenes revelaron que el Jaguar navegaba a través de un embalse artificial, después de haber viajado a una isla que estaba mucho más allá del área típica, lo que alentó las especulaciones sobre las razones detrás de una inmersión tan ambiciosa.
Los científicos, incluida Leandro Silveira del Fondo de Conservación Jaguar, están pensando en lo que este viaje aventurero podría haber motivado. Aunque el Jaguar fue encontrado en un área que parece tener una distribución equilibrada de presas, Silveira señala que nada indica que la isla ofreció una fuente de alimento abundante. Esto significa que los investigadores creen que la natación del Jaguar podría provenir de instintos exploratorios en lugar de una búsqueda desesperada de alimentos.
Al agregar una nueva capa de complejidad, se supone que el Jaguar puede haber emprendido dos segmentos de natación separados para llegar a la isla. La primera etapa del viaje parece incluir natación alrededor de 0.79 millas (1.27 kilómetros) a una isla más pequeña, mientras que la segunda parte fue una inmersión posterior en el depósito para completar la distancia restante. Si resulta que el Jaguar logró todo el viaje en una inmersión continua, de hecho sería un logro notable para la especie.
A pesar del extraordinario carácter de esta inmersión, algunos expertos afirman que nadar a larga distancia puede no ser tan excepcional para los jaguares como parece. Fernando Tortato, un coordinador de proyectos en Panthera, una organización que se centra en la preservación de un gran catero, señala que muchos jaguars viven en la cuenca del Amazonas, donde hay importantes ríos comunes. Estos pueden exceder las distancias que generalmente se atribuyen a la natación de Jaguar. Él especula que el Jaguar puede haber registrado a Capybaras, una presa favorita que a menudo se encuentra en torno a lagos artificiales, lo que sugiere que la natación podría haber sido un paso estratégico para cazar territorio desconocido.
Además, las propiedades biológicas de los jaguares respaldan su valentía en el agua. Con construcciones musculares y extremidades robustas, estos animales son naturalmente hábiles en la natación, capaces de resistencia sostenible y poderosas regiones de natación. Su comodidad en los ambientes de agua les permite buscar presas o explorar efectivamente nuevas áreas, con su adaptabilidad y resistencia en sus hábitats.
Si bien los investigadores continúan excavando las implicaciones de esta notable inmersión, no solo desafía las opiniones anteriores sobre el comportamiento de Jaguar, sino que también enriquece nuestra comprensión de su adaptabilidad ecológica. El incidente sirve como un recordatorio de la complejidad del comportamiento de los animales en la naturaleza y las historias en constante evolución en el campo de la conservación de los animales.