Los manifestantes se enfrentaron con personal de seguridad en una importante conferencia internacional en Belém, donde delegados de casi 200 países se reunieron para debates cruciales sobre el cambio climático y la política ambiental. Las tensiones aumentaron cuando los manifestantes lograron traspasar las barreras de seguridad iniciales en el lugar. Sin embargo, su avance fue detenido antes de que pudieran penetrar más profundamente en el evento.
Según informes de las Naciones Unidas, un funcionario confirmó que los manifestantes enfrentaron restricciones de movimiento después de pasar por estos primeros controles de seguridad. En un incidente que ilustró la creciente discordia, un guardia de seguridad fue golpeado en la cabeza por un tambor lanzado por uno de los manifestantes, según un comunicado de Reuters.
La conferencia se lleva a cabo en el borde de la selva amazónica, una región que alberga numerosos grupos indígenas que constantemente han expresado su preocupación por la destrucción ambiental relacionada con el cambio climático y la deforestación. Muchos de estos grupos han adoptado una postura activa contra las políticas que consideran perjudiciales para sus países y sus medios de vida.
Los delegados al evento, incluidos políticos de alto nivel y representantes de varios países, enfrentan una presión cada vez mayor para abordar estas cuestiones ambientales apremiantes y reconocer los derechos y las voces de las comunidades indígenas. La atmósfera está cargada a medida que se desarrollan las discusiones en un contexto marcado tanto por imperativos ambientales urgentes como por los fuertes sentimientos de los más afectados por las consecuencias de la política climática.



