Los talibanes paquistaníes se han atribuido la responsabilidad de una serie de ataques devastadores en el noroeste de Pakistán, en los que murieron 20 miembros del personal de seguridad y tres civiles. Estos incidentes tuvieron lugar el viernes en varios lugares de la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, fronteriza con Afganistán y que recientemente ha visto un inquietante aumento de la actividad militante. Uno de los ataques más importantes fue un atentado suicida con bomba en una escuela de formación policial, que provocó una condena y preocupación generalizadas.
Un total de 11 soldados paramilitares murieron en el distrito de Khyber cuando estalló la violencia en toda la región. La situación se intensificó dramáticamente cuando un atacante suicida condujo un vehículo cargado de explosivos hacia la entrada del centro de entrenamiento policial, lo que luego provocó un ataque armado que dejó siete policías muertos. Además, los enfrentamientos en el distrito de Bajaur causaron la muerte de cinco personas, entre ellas tres civiles, cuando la amenaza de violencia se salió de control.
El Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP), que ha informado de vínculos con los talibanes afganos, comunicó su participación a través de canales de redes sociales. Este reciente aumento de incidentes violentos pone de relieve una tendencia alarmante en Khyber Pakhtunkhwa, que ha experimentado un aumento de las actividades militantes desde la retirada de las fuerzas lideradas por Estados Unidos de Afganistán en 2021 y la restauración de los talibanes en Kabul.
Las tensiones en la región aumentaron cuando los talibanes afganos acusaron recientemente a Pakistán de violar su soberanía territorial tras dos explosiones en la capital afgana. Si bien los funcionarios paquistaníes no confirmaron su participación en estos incidentes, enfatizaron su derecho a responder a la escalada de militancia proveniente del otro lado de la frontera.
Las frustraciones de Pakistán han ido creciendo por lo que el país describe como la incapacidad de Afganistán para enfrentar eficazmente a los militantes que utilizan territorio afgano para lanzar ataques en Pakistán. Estas afirmaciones han sido firmemente rechazadas por las autoridades afganas, lo que ha creado un tenso enfrentamiento diplomático entre los países vecinos.
La semana pasada ha sido particularmente sangrienta, con informes que indican que al menos 32 soldados paquistaníes y tres civiles han muerto en escaramuzas fronterizas provocadas por el conflicto en curso. El TTP y sus grupos asociados han surgido como los principales actores detrás de esta violencia, apuntando específicamente a las fuerzas de seguridad en sus operaciones. La situación sigue siendo precaria y existe la amenaza de una mayor escalada en la región.