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Dos figuras prominentes dentro del Partido Laborista han expresado una gran preocupación por el liderazgo de Keir Starmer, lo que indica que es necesario un cambio en el enfoque para el éxito futuro del partido. Alcalde de Greater Manchester, Andy Burnham y Dame Emily Thornberry, quien está considerando una oferta sobre el puesto de liderazgo adjunto, criticados al tratar con las discusiones de políticas y parciales por el liderazgo actual.
Burnham aumentó las alarmas sobre el impacto de las decisiones recientes de retirar el látigo de ciertos miembros del partido y lo describió como un castigo injusto para los parlamentarios que han jugado un papel importante en la influencia de los cambios en las políticas, en particular en áreas como lo tanto. Hizo hincapié en los casos de parlamentarios como Rachael Maskell, quien se enfrentó a la suspensión después de que los brotadores desafiaron la actitud del gobierno hacia los defectos del bienestar. Burnham enfatizó la necesidad de que Starmer responda constructivamente a los parlamentarios laborales y declaró: «Deben escuchar más y respetar más».
Dame Emily Thornberry reflejó estos sentimientos, lo que sugiere que la agenda doméstica de la fiesta está temblando. Durante una aparición sobre un programa político destacado, se quejó de que a pesar del regreso de los laboristas a la etapa internacional, la política interna del partido no resuena con el público. Señaló que aunque algunas iniciativas positivas están en marcha, están eclipsadas por errores persistentes que atraen la atención pública.
Tanto Burnham como Thornberry advirtieron que el partido representa desafíos considerables a medida que se acerca las próximas elecciones. Thornberry señaló que las encuestas laborales fueron tomadas y declaradas considerablemente: «Pasamos del fantástico regalo de la audiencia británica de una gran mayoría a ahora al 20% en las encuestas». Ella afirmó que la parte debe evitar un escenario en el que posiblemente podría perder las próximas elecciones a cifras como Nigel Farage bajo el proceso actual.
La crítica también sigue a los desarrollos recientes dentro del partido, incluida una competencia de liderazgo adjunto que está dirigida por la renuncia de Angela Rayner sobre un error de los derechos de estampado. La lucha interna y la falta de coherencia entre los miembros del partido han hecho preguntas sobre el estilo de liderazgo de Starmer, en el que tanto Burnham como Thornberry pidieron un enfoque más inclusivo y colaborativo.
La situación sugiere que si Labor quiere conservar su posición de poder, que debe abordar tanto sus departamentos internos como las percepciones públicas antes de un panorama electoral cada vez más competitivo. Las declaraciones de Burnham y Thornberry reflejan un creciente temor dentro de la fiesta con respecto a su capacidad para presentar un frente unido contra los desafíos de la oposición.