Los países de Polonia, Finlandia y Báltico están trabajando urgentemente en la implementación de una iniciativa extensa que está diseñada para mejorar la seguridad fronteriza contra las posibles amenazas de los drones rusos. Esta iniciativa, denominada «Muro de drones bálticos», fue lanzada a principios de este año por el grupo de la industria de defensa estonia y está destinado a fortalecer los límites orientales de la OTAN integrando una variedad de contramedidas.
Las predicciones actuales sugieren que el proyecto se completará para 2027, un cronograma de que, según las compañías de defensa estonia, es excesiva dado el fuerte aumento de los incidentes con drones rusos que rompen el espacio aéreo de los países de la OTAN durante los ataques contra Ucrania. GetTter Oper, el jefe de estrategia y comunicación en la empresa estonia Defsecintel, expresó su preocupación por el ritmo del progreso y declaró: «El proyecto ha sido demasiado lento para lanzar desde una posición política: habíamos sido agradables para estar listos para ir el próximo verano».
El muro de drones del Báltico quiere combinar numerosos sistemas existentes que se envían y se prueban en Ucrania, que forma una defensa de múltiples capas que podría reaccionar de manera más efectiva a las amenazas aéreas. Oper enfatizó que el sistema planificado tiene como objetivo mejorar las opciones de detección y optimizar los procesos de toma de decisiones para combatir las amenazas. Sin embargo, su implementación exitosa sigue siendo un desafío logístico.
Leet Rauno Lember, director de operaciones de Marduk Technologies, que desempeña un papel importante en el desarrollo del sistema eléctrico de contracingo óptico que se conoce como el tiburón Marduk, señaló la complejidad de las regiones completamente protectoras que bordean Rusia. Esta iniciativa requiere el uso de decenas de miles de sensores en áreas extensas. Lember señaló: «El desafío no es producir estas cantidades, sino en el intercambio eficiente e integración de datos en todos los sistemas participantes».
La responsabilidad de neutralizar drones entrantes agrega una capa de dificultad, en particular con respecto a las variaciones de altura. Los drones que se detectan a alturas más bajas pueden, por ejemplo, requerir la participación de unidades militares específicas, incluida la Fuerza Aérea Estonia, que plantea preguntas sobre el protocolo de comando y control durante las redadas de drones.
Los planes para la pared de drones bálticos incluyen al menos cinco defensas diferentes, utilizando sistemas de detección acústica, unidades de cámara móvil, interceptores de drones, radares y intermediarios. Cada componente tiene como objetivo alimentar los datos en un sistema centralizado, garantizando así la conciencia y la respuesta situacionales de tiempo real para posibles amenazas aéreas.
Además, la Unión Europea ha indicado interés en una iniciativa más amplia. El presidente Ursula von der Leyen, de la Comisión Europea, anunció recientemente la formación de una alianza de drones con Ucrania, que se espera que amplíe la cooperación en sistemas no bemande.
A medida que avanza la iniciativa, las partes interesadas continúan navegando a través de los obstáculos políticos y logísticos que se interponen en el camino de este proyecto de defensa crucial, lo que subraya la urgencia en medio del aumento de la actividad de los drones en la región.