Los murciélagos pequeños superan a los leones en eficiencia de caza, revela una investigación


Investigadores de la Universidad de Aarhus y el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) han realizado un descubrimiento innovador sobre los métodos de caza de los murciélagos del norte (Trachops cirrhosus), pequeños carnívoros nativos de los bosques de Panamá. La investigación muestra que estos pequeños depredadores pueden rivalizar e incluso superar a los depredadores más grandes, como los leones, en eficiencia de caza.

Para investigar el comportamiento de los murciélagos en su hábitat natural, los científicos equiparon a veinte murciélagos de labios flecos con «mochilas» biológicas en miniatura. Estos sofisticados dispositivos rastrearon sus movimientos y grabaron sonidos ambientales, creando una imagen sin precedentes de sus actividades nocturnas. Los hallazgos mostraron que estos murciélagos no rehuyen atacar presas grandes, incluidas ranas, aves y pequeños mamíferos. Utilizando una estrategia única de «observar y esperar» combinada con su agudo oído, los murciélagos pueden detectar incluso los sonidos más débiles que indican presas potenciales. Su capacidad para localizar rápidamente y atacar con precisión subraya su destreza como cazadores.

La investigación, publicada en Current Biology, identifica a estos murciélagos como uno de los depredadores más eficientes energéticamente conocidos, capaces de consumir casi su propio peso corporal (30 gramos) en una sola comida. Esta capacidad plantea preguntas intrigantes sobre el comportamiento tradicional de caza en el reino animal, donde el tamaño suele dictar las estrategias de caza. En general, los depredadores más grandes, como los leones y los osos polares, persiguen presas de gran tamaño, aprovechando un metabolismo más lento y mayores reservas de energía que les permiten sobrevivir a numerosas cacerías fallidas. Los depredadores más pequeños, por otro lado, tienden a concentrarse en presas más pequeñas y más fácilmente disponibles debido a su consumo de energía más rápido.

Curiosamente, los murciélagos de labios afilados desafían esta norma establecida, ya que pertenecen a un grupo selecto de especies de murciélagos que son verdaderos carnívoros y obtienen más de la mitad de su energía de la caza de vertebrados. Los investigadores intentaron desentrañar el misterio de cómo estas diminutas criaturas logran sobrevivir mientras cazan presas más grandes y, a menudo, raras, una estrategia plagada de desafíos.

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Las expectativas previas al estudio se centraban en observar a los murciélagos capturando pequeñas ranas túngara. Sin embargo, los investigadores se sorprendieron al descubrir que los murciélagos utilizaban tácticas más similares a las de los grandes felinos depredadores. Mostraron una paciencia notable y a menudo permanecieron inmóviles durante largos períodos de tiempo, esperando el momento adecuado para tender una emboscada a sus presas. Después de una captura exitosa, descansaban durante períodos más largos, reflejando el comportamiento de depredadores más grandes, como leones o leopardos, después de una comida abundante.

El análisis de los datos indicó que los murciélagos utilizaban una combinación de audición, visión y ecolocalización cuando cazaban, y su capacidad para detectar sonidos de baja frecuencia les permitía escuchar a escondidas los sonidos de apareamiento de las ranas, un elemento crucial para localizar y capturar presas más grandes con precisión.

Destacando la notable adaptabilidad de estos murciélagos, la autora principal Leonie Baier dijo: «Fue increíble descubrir que estos murciélagos cazan como grandes depredadores atrapados en cuerpos pequeños». El estudio encontró que ahorraban energía descansando el 89 por ciento del tiempo. Cuando volaban, sus intentos de caza eran cortos, a menudo duraban menos de tres minutos, con un tiempo medio de vuelo de sólo ocho segundos.

La tasa de éxito de estos murciélagos en la captura de presas fue extraordinaria: lograron alrededor del 50 por ciento de éxito en su caza, lo que contrasta marcadamente con la tasa de éxito de mamíferos más grandes como los leones, que rondan el 14 por ciento, o los osos polares, que pueden llegar al dos por ciento.

Además, los murciélagos lograron capturar presas que eran más grandes de lo esperado anteriormente, con un tamaño promedio de alrededor del siete por ciento de su peso corporal. Sorprendentemente, algunos murciélagos incluso lograron derribar presas casi de su propio tamaño, incluida la considerable rana arborícola gladiadora de Rosenberg, que pesaba hasta 20 gramos. Los investigadores pudieron medir el tamaño de las presas capturadas siguiendo el tiempo que los murciélagos pasaban masticando; la comida más larga registrada duró 84 minutos.

El estudio también destacó que los murciélagos más viejos mostraban una mayor habilidad para manejar presas más grandes, lo que indica que las habilidades de caza mejoran con la experiencia. Estos murciélagos ya son conocidos por su impresionante memoria cuando se trata de sonidos específicos de ranas y su capacidad para aprender nuevas técnicas de caza mediante la observación de otros murciélagos.

La coinvestigadora Laura Stidsholt destacó la importancia de sus hallazgos: «Con los datos de nuestras etiquetas biológicas, que combinan grabaciones de audio de alta resolución con datos de movimiento, pudimos reconstruir secuencias enteras de caza en la naturaleza. De esta manera experimentamos el bosque a través de los oídos de los murciélagos, revelando un mundo oculto de paciencia, precisión y supervivencia en la oscuridad».



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