La integración de la tecnología de inteligencia artificial (IA) generativa no se limita a los sectores civiles; Los líderes militares también están explorando activamente sus beneficios potenciales. El mayor general William “Hank” Taylor, comandante general del 8.º Ejército, declaró durante una mesa redonda con los medios de comunicación en la conferencia anual de la Asociación del Ejército de los Estados Unidos en Washington, DC, que ha utilizado chatbots de IA generativa para mejorar sus procesos de toma de decisiones tanto en sus deberes de mando como en su vida personal.
Taylor señaló que ha formado una estrecha asociación con la tecnología y dijo: «Chat y yo nos hemos vuelto muy cercanos últimamente». Destacó su intención de construir modelos de IA destinados a mejorar las decisiones que afectan a los miles de soldados bajo su mando. Sin embargo, también reconoció el desafío de mantenerse al día con una tecnología que evoluciona tan rápidamente, enfatizando la importancia de tomar decisiones oportunas para obtener una ventaja estratégica.
Los comandantes militares como Taylor se sienten atraídos por el potencial de la IA para permitir una rápida toma de decisiones, especialmente a la luz del concepto «OODA Loop», que significa Observar, Orientar, Decidir y Actuar. Esta estrategia, desarrollada originalmente por pilotos de combate estadounidenses durante la Guerra de Corea, sugiere que las fuerzas capaces de tomar decisiones rápidas e informadas a menudo pueden superar a sus oponentes.
A medida que el Ejército reconoce que los futuros escenarios de combate pueden requerir una toma de decisiones más rápida de lo que permiten las capacidades humanas, existe una creciente integración de la IA en varios dominios operativos. Un exsecretario de la Fuerza Aérea ha expresado su preocupación por el papel de la IA en el campo de batalla, señalando que los rápidos avances en sistemas automatizados y autónomos podrían significar que las decisiones se tomarán cada vez más a la velocidad de las máquinas en lugar de a la velocidad de los humanos.
Las aplicaciones de la IA en el ejército van más allá de las funciones de combate. Las operaciones de defensa ahora utilizan tecnología de inteligencia artificial en áreas como operaciones con drones, focalización y análisis de datos; un algoritmo de IA ha conseguido incluso pilotar un F-16 modificado en situaciones simuladas de combate aéreo. Además, las Fuerzas de Operaciones Especiales han buscado aliviar la carga cognitiva de su personal mediante el uso de herramientas de inteligencia artificial para agilizar las tareas administrativas, gestionar la logística y analizar doctrinas militares complejas.
El liderazgo dentro del Estado Mayor Conjunto refleja las ideas de Taylor. Bianca Herlory, jefa del Estado Mayor Conjunto de IA, afirmó que la IA puede aumentar significativamente la capacidad de analizar e integrar operaciones militares a escala global, lo que conducirá a procesos de toma de decisiones mejorados y acelerados.
A pesar de la promesa de la IA generativa, se recomienda precaución. El Departamento de Defensa ha expresado su preocupación sobre el potencial de la tecnología de comprometer datos confidenciales o producir resultados poco confiables si no se capacita adecuadamente. Dada la naturaleza de alto riesgo de la toma de decisiones militares, los riesgos asociados con el uso de tecnologías de IA en las decisiones de liderazgo requieren una cuidadosa consideración.