El Observatorio de Dinámica Solar de la NASA recientemente hizo una imagen sorprendente de un cordero solar medio en el nivel medio, por lo que la luz se arrojó sobre la naturaleza intensa de la actividad solar. Los investigadores han demostrado que estas antorchas espectaculares pueden alcanzar temperaturas de hasta 180 millones de grados Fahrenheit, una cifra que supera considerablemente las estimaciones anteriores. Esta sorprendente presentación de temperatura proviene de un informe reciente publicado en Cartas de diario astrofísicoDonde Alexander Russell, físico de la Universidad de St. Andrews en Escocia, describió los hallazgos como «una canción loca» y su sorpresa expresó los resultados.
Los bengalas solares ocurren cuando la energía magnética almacenada al sol se libera repentinamente, haciendo una ola de partículas, incluidos iones y electrones, exceso y se conduce a la habitación con increíbles velocidades. Estudios anteriores se basaron fuertemente en las mediciones telescópicas de las temperaturas electrónicas durante estos eventos, lo que funcionó en el supuesto de que las temperaturas de iones reflejaban la de los electrones. Sin embargo, las simulaciones y el espacio recientes en la computadora en el área de la Tierra indican que esta suposición puede tener que ser evaluada nuevamente, porque parece que los iones realmente alcanzan temperaturas mucho más altas.
Russell y su equipo estaban preocupados por los extensos cálculos y revelaron que las temperaturas en las garas de sol pueden superar los 100 millones de grados Fahrenheit y posiblemente alcanzar extremos aún más grandes. James Drake, físico de la Universidad de Maryland, sopesó el descubrimiento y enfatizó que la desigualdad entre las temperaturas de electrones y iones a menudo se ha pasado por alto en estudios anteriores de Garas Sol. Expresó la satisfacción del nuevo análisis, que, según él, podría allanar el camino para una comprensión más profunda de la luz del sol y su impacto.
La información sobre la mecánica de las llamas solares no solo es esencial para el conocimiento científico, sino también para las aplicaciones prácticas, en particular en la protección de la infraestructura, como los satélites y la garantía de la seguridad de los astronautas que pueden estar expuestos a estos poderosos eventos cósmicos. Russell dijo que hay esfuerzos constantes para construir modelos que exploren la evolución de las llamas solares, teniendo en cuenta el calentamiento pronunciado de iones en comparación con los electrones. Esta investigación es un importante paso adelante en el imperio de la ciencia de la naturaleza solar y enfatiza la naturaleza emocionante pero peligrosa de las bengalas solares.