Un equipo de investigadores de la Universidad de Utah toma medidas significativas para combatir los problemas relacionados con la formación de cristales de hielo en alimentos congelados y medicamentos biológicos. Los cristales de hielo, que pueden conducir a la quema de congeladores, comprometiendo la integridad estructural de elementos como el helado y los materiales biológicos sensibles durante la congelación y descongelación de los procesos. A diferencia de los anti -escritores convencionales que pueden ser tóxicos, los investigadores miran el mundo natural para una solución.
Inspirado en las proteínas antivriesi que se encuentran en los peces polares, el equipo desarrolla una versión sintética de estas proteínas que se pueden fabricar en una escala. Estos polipéptidos recién creados pueden inhibir la formación de cristales de hielo a temperaturas bajo cero, lo que los convierte en un cambio de juego para la industria alimentaria y farmacéutica.
En sus experimentos, los investigadores probaron la efectividad de sus proteínas antivriese sintéticas en el hielo y el fármaco anti-cáncer trastuzumab. Es notable que alcanzaran el cabello exitoso -crianza de hielo a menos 4 grados Fahrenheit y hayan demostrado que el trastuzumab se mantuvo estable a temperaturas tan bajas como 323 grados Fahrenheit.
Durante mucho tiempo, por supuesto, los peces polares y algunos otros organismos han sido un foco de importancia científica. Sin embargo, extraer estas proteínas en cantidades suficientes para uso comercial es desafíos considerables, incluida la posible infección por alérgenos. Para superar estos obstáculos, el equipo de investigación realizó una serie de estudios para identificar las propiedades químicas y físicas responsables del efecto anticongelante de estas proteínas naturales.
Al simplificar la estructura de estas proteínas a sus elementos esenciales, los investigadores pudieron crear una opción sintética menos compleja y más efectiva. Sus hallazgos mostraron que estas proteínas simuladas se unen a las superficies de los cristales de hielo, de modo que su crecimiento se inhibe efectivamente, similar a las proteínas antivri naturales que emulaban.
Los investigadores también confirmaron que su imitación sintética no es tóxica para las células humanas, puede ser digerida por enzimas en el intestino humano y es resistente al calor. Esta propiedad es especialmente crucial para las aplicaciones en la producción de alimentos. El equipo realizó pruebas que demuestran que sus proteínas sintéticas protegieron con éxito enzimas y anticuerpos sensibles con éxito contra el daño causado por los ciclos de congelación/descongelación.
Además de mejorar la textura y la calidad del hielo durante el transporte, las implicaciones de este estudio son enormes y prometedores vida útil amplia para varios alimentos congelados y métodos de almacenamiento y transporte mejorados para medicamentos biológicos. Con una patente que actualmente está esperando su innovación, los investigadores ahora están trabajando en la comercialización de estas proteínas antivresei sintéticas a través de una nueva startup, Lontra Bio LLC.