Los hipopótamos antiguos, conocidos hoy por su hábitat en el África subsahariana, prosperaron en Europa central durante mucho más tiempo de lo que se pensaba, según muestra un análisis innovador de huesos antiguos. La investigación muestra que estas criaturas vagaron por el Graben del Alto Rin hace entre 47.000 y 31.000 años, un período marcado por la última edad de hielo. Este convincente hallazgo surgió de un equipo internacional dirigido por expertos de la Universidad de Potsdam y el Reiss-Engelhorn-Museen Mannheim, en colaboración con el Curt-Engelhorn-Zentrum Archäometry, y se publicó recientemente en la revista Current Biology.
Históricamente, los científicos estiman que el hipopótamo común (Hippopotamus amphibius) desapareció de Europa central hace unos 115.000 años, coincidiendo con el final del último período interglacial. Sin embargo, esta nueva investigación, en la que colaboraron con ETH Zurich y varias instituciones internacionales, muestra que los hipopótamos persistieron en la región decenas de miles de años después y sobrevivieron incluso en las duras condiciones de la Edad del Hielo.
El Graben del Alto Rin ofrece una valiosa visión general de las condiciones climáticas antiguas, donde los huesos de animales enterrados en capas de grava y arena proporcionan información crucial sobre la vida prehistórica. El Dr. Ronny Friedrich, experto en determinación de la edad del Curt-Engelhorn-Zentrum Archäometry, destacó la notable conservación de estos huesos, lo que permitió tomar muestras efectivas para el análisis a pesar de su avanzada edad.
Utilizando técnicas de secuenciación genética y datación por radiocarbono, los investigadores examinaron numerosos fósiles de hipopótamos. El análisis indicó que estos hipopótamos de la Edad del Hielo estaban genéticamente estrechamente relacionados con las poblaciones contemporáneas de África, lo que confirma que pertenecían a la misma especie. La datación por radiocarbono confirmó además su existencia durante una fase más cálida de la glaciación Weichseliana media, lo que sugiere que las condiciones en ese momento eran temporalmente adecuadas para su supervivencia en Europa central.
Además, el análisis de todo el genoma reveló que la población de hipopótamos europeos mostraba una diversidad genética extremadamente baja, lo que indica que era pequeña y estaba geográficamente aislada. Sorprendentemente, la evidencia fósil mostró que estos hipopótamos amantes del calor coexistían con especies de climas fríos como mamuts y rinocerontes lanudos, formando una mezcla ecológica inusual y compleja que subraya la naturaleza variada de los entornos de la Edad del Hielo.
El Dr. Patrick Arnold, primer autor del estudio, destacó la importancia de estos hallazgos afirmando que los hipopótamos no desaparecieron de Europa central al final del último período interglacial, como se pensaba anteriormente. Esta nueva perspectiva lleva a una reevaluación de otros fósiles de hipopótamos de Europa continental que tradicionalmente se han atribuido al último interglaciar.
El Prof. Dr. Wilfried Rosendahl, director general del Reiss-Engelhorn-Museen Mannheim y líder del proyecto «Eiszeitfenster Oberrheingraben», expresó su confianza en que la investigación de la Edad del Hielo tiene muchas posibilidades interesantes que explorar. Señaló que el estudio aporta importantes conocimientos que ilustran claramente que la edad de hielo no fue uniforme en todas las regiones. Por el contrario, las peculiaridades locales contribuyen a crear un panorama general complejo, comparable a armar un rompecabezas. También enfatizó la importancia de investigar otras especies adaptadas al calor que antes se atribuían únicamente al Último Interglacial.
Esta investigación se llevó a cabo bajo los auspicios del proyecto «Eiszeitfenster Oberrheingraben», apoyado por la Klaus Tschira Stiftung Heidelberg. Este esfuerzo interdisciplinario tiene como objetivo iluminar la evolución del clima y las condiciones ambientales en el Alto Rin-Graben y el suroeste de Alemania durante los últimos 400.000 años. Al centrarse en los huesos de la Edad del Hielo de la Colección Reis, conservada en el Reiss-Engelhorn-Museen, la investigación continúa revelando conocimientos extraordinarios sobre el dinámico entorno prehistórico de Europa.



