A medida que se acerca el fin de semana, muchas personas se enfrentan a tareas no deseadas que pueden parecer desalentadoras después de una larga semana. Sin embargo, una técnica psicológica creciente que se conoce como «dopamina ansiosa» ofrece una forma potencial de transformar estas tareas inevitables en un poco más sabrosa. Este método incluye establecer una relación positiva entre una tarea ilegal y un estímulo agradable, como la música o los bocadillos, que pueden, con el tiempo, conducir a un deseo de la tarea en sí.
Joshua Stein, MD, un niño y psiquiatra de adolescentes en Prairicare en Minnesota, explica que esta estrategia utiliza los caminos de dopamina del cerebro. La dopamina, conocida como neurotransmisor vinculada a sentimientos de placer, se libera cuando esperamos una recompensa. A través de combinaciones repetidas de experiencias agradables con actividades cotidianas, ya sea limpiando, escribiendo o haciendo ejercicio, las personas pueden cultivar un cerebro que libera dopamina en espera de completar estas tareas.
Stein señala que existe un apoyo científico sustancial para este enfoque tanto para la psicología conductual como para la neurociencia. Al crear un patrón repetido de combinación de un estímulo agradable con una tarea desafiante, los individuos pueden influir positivamente en su comportamiento. Esta técnica también puede beneficiar a las personas con afecciones como el TDAH o la depresión, por lo que el sistema de dopamina puede no funcionar de manera óptima. Para aquellos que luchan con la anhedonia, una condición que se caracteriza por problemas para experimentar placer, pueden anclar estímulos agradables a tareas desafiantes para «primar» al cerebro para tolerar mejor e incluso encontrar placer en estas actividades.
Aunque la tecnología tiene mérito, Stein enfatiza la importancia de la aplicación consciente. Hay conceptos erróneos sobre la dopamina que es solo un «químico de placer». En cambio, funciona con mayor precisión como un neurotransmisor vinculado a la motivación y la anticipación. Sin embargo, la dependencia de la dopamina puede causar riesgos. La sobre dependencia de las recompensas externas puede debilitar la motivación natural, y el uso de recompensas poco saludables puede conducir a un comportamiento negativo, como el mal enfoque o agotamiento.
Para maximizar la efectividad del anclaje de dopamina y, al mismo tiempo, evite posibles dificultades, Stein recomienda optar por recompensas energéticas pero no adicionales. Sugiere actividades simples como la periodización o escuchar audiolibros como alternativas útiles. También se recomienda mantener un equilibrio integrando descansos y promover un sentido natural de motivación.
Stein ofrece ejemplos prácticos para absorber esta técnica en la vida diaria. Por ejemplo, vincular un largo viaje con un podcast favorito, planificar encuentros festivos después de completar grandes proyectos, disfrutar de bocadillos saludables durante tareas difíciles o combinar visitas familiares con una querida bebida de café puede crear asociaciones positivas. El objetivo es mantener las recompensas simples y saludables, para garantizar que sirvan para mejorar en lugar de distraer la finalización de la tarea a realizar.
La consistencia es crucial cuando se capacita al cerebro para que sean fácilmente y disfruten de las tareas. De esta manera, la dopamina no sirve como un truco para engañar al cerebro, sino más bien como un método para entrenarlo para responder positivamente a las actividades necesarias. Dado que las personas implementan esta estrategia, pueden ver las tareas que alguna vez se consideran dañinas, comienzan a transformarse en experiencias fascinantes y agradables.