Los hallazgos recientes enfatizan graves riesgos para la salud relacionados con las partículas finas que se encuentran en un humo de fuego natural. Estas partículas, que miden menos de 2.5 micrómetros de diámetro, pueden inhalarse fácilmente y penetrar en el torrente sanguíneo, con peligros específicos para poblaciones vulnerables. Las personas con trastornos pulmonares o cardíacos existentes, adultos mayores, niños y mujeres embarazadas corren el mayor riesgo de esta peligrosa calidad del aire.
La Dra. Sucharita Kher, pulmonóloga del Centro Médico de Tufts en Boston, enfatiza la importancia de lo que llama los «tres como» para proteger la salud en respuesta a la mala calidad del aire.
Conciencia Es el primer paso. El Dr. Kher alienta a las personas a mantenerse informados de su entorno, lo que sugiere el uso de medios confiables para verificar el índice de calidad del aire (AQI) para AirNow.gov o mediante informes locales y aplicaciones meteorológicas. Ella señala que un AQI más de 50 riesgos potenciales indica, mientras que los niveles que superan a 100 son particularmente preocupantes y clasifican el aire para la mayoría de las personas como poco saludables. Cuando el AQI está entre 51-100, aconseja tomar medidas de protección para reducir la exposición.
Enmienda Es el segundo componente. El Dr. Kher recomienda limitar las actividades al aire libre, en particular las actividades extenuantes, durante los malos días de calidad del aire. Ella enfatiza la necesidad de permanecer adentro y mantener cerradas ventanas y puertas. Para aquellos que usan el aire acondicionado, ella propone establecerlo en el modo de recirculación o ventilatorma para limitar la entrada de aire ahumado. Además, el uso de los limpiadores de aire puede ayudar con los filtros para eliminar partículas finas de entornos internos. La reducción de otras fuentes de contaminación en el interior, como fumar o encender velas, también es crucial para mejorar la calidad del aire.
Acción es el último aspecto, especialmente para las personas con afecciones respiratorias subyacentes como el asma o la EPOC. El Dr. Kher aconseja a aquellos que están afectados que siguen su respiración de cerca y que tengan un «plan de acción del asma». En el caso de emergencias, el uso de un «inhalador de rescate» debe estar disponible de inmediato. Para obtener una protección adicional al cuidar desde el exterior, recomienda contra máscaras quirúrgicas simples o máscaras de tela, donde minimizan efectivamente el uso de máscaras N95 bien apropiadas para minimizar las partículas de fumar dañinas.
A medida que continúa la temporada de incendios naturales, el vigilante y el proactivo pueden continuar reduciendo los efectos sobre la salud de la mala calidad del aire en personas sensibles y la comunidad en general.