Los cometas distantes pueden expandir metales debido a compuestos químicos volátiles


Observaciones recientes han presentado detalles intrigantes sobre los cometas distantes y sus composiciones de metales inusuales, especialmente en el caso del cometa 3i/atlas. Cyrielle Opitom, una astrónomo afiliada a la Universidad de Edimburgo y participó en observaciones con la ayuda del telescopio muy grande (VLT) y el Telescopio Espacial James Webb (JWST), señaló el misterio constante alrededor de la erupción de metales de estos cuerpos celestes. Una hipótesis prevaleciente sugiere que el níquel puede integrarse en compuestos químicos volátiles que se conocen como carbonilos, que poseen la capacidad de transformarse explosivamente en gases, lo que significa que los metales resistentes pueden usarse en el cometa del cometa.

El origen de 3i/Atlas presenta otra capa de complejidad. Los cometas a menudo se consideran reliquias antiguas, restos de los bloques de construcción primordiales que se formaron hace más de 4.600 millones de años y planetas hidratados. Sin embargo, la ruta 3i/Atlas ha llevado a algunos astrónomos especulando que podría rastrear su origen a un grupo de estrellas estimado en unos ocho mil millones de años. Esta posibilidad posiciona 3i/atlas como potencialmente uno de los objetos más antiguos del Melkweg, como lo señaló Cordiner.

La composición del cometa intriga a los investigadores, porque el hierro y el níquel son probablemente los restos de las supernovas: la muerte explosiva de estrellas masivas. Esta conexión no solo proporciona información sobre el sistema planetario original del cometa, sino que también proporciona instrucciones sobre los antepasados ​​estelares que han contribuido a la formación del host en ese antiguo sistema.

A pesar del progreso en la tecnología de observación, determinar el tamaño exacto del cometa ha demostrado ser un desafío. El núcleo helado de 3i/atlas permanece vestido de un deslumbrante coma, lo que hace que los esfuerzos de estimación del tamaño complicen. Sin embargo, los datos del telescopio espacial Hubble sugieren, en combinación con otras observaciones, que el núcleo del cometa puede variar de 1,450 pies a un máximo de 3.5 millas de largo. Lo que es seguro, independientemente de su tamaño, es que el cometa está corriendo por el espacio a una velocidad sorprendente de alrededor de 137,000 millas por hora, igual a un viaje desde la ciudad de Nueva York hasta Beijing en solo tres minutos. Si bien continúa su proceso hacia el sol, los científicos esperan que se acelere solo, lo que contribuye a las constantes intrigas en torno a sus características y origen.



Fuente

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí