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En un progreso significativo en la geología de la marina, los investigadores han descubierto enormes reservas de agua dulce que estaban bajo el suelo del Océano Atlántico, lo que puede ofrecer posibles soluciones para la crisis global de agua. Este verano, un equipo de investigación internacional de Expedition 501 comenzó a bordo del Liftboat Robert, una iniciativa de $ 25 millones, con el apoyo de la National Science Foundation y los socios europeos. El equipo perforó a través de capas de Ediment de Fin de mar de Cape Cod, extrayendo con éxito las muestras de un acuífero que contiene miles de millones de miles de millones de galones de agua potable. Este descubrimiento está en línea con las teorías que datan de la década de 1970, cuando los espectros de petróleo identificaron por primera vez un contenido de sal inusualmente bajo bajo la tabla continental.
El acuífero se extiende desde Nueva Jersey hasta Maine y se supone que se formó durante la última Edad de Hielo, un período en el que el nivel inferior del mar asignó el agua de lluvia para penetrar la roca porosa. Mientras los glaciares se derritieron y el nivel del mar subió, esta agua fresca fue capturada bajo capas impenetrables, protegiéndolo contra el robo en el agua salada. Los investigadores, incluidos los geofísicos del Observatorio Lamont-Doherty Earth de la Universidad de Columbia, utilizaron imágenes sísmicas avanzadas y encuestas electromagnéticas para definir los límites de la capa de soporte de agua antes de la perforación en junio.
La perforación en estas reservas de agua subsea fue una variedad de desafíos técnicos, incluidas las condiciones de presión extrema y la necesidad de mantener la integridad de la muestra en medio de las salinaciones circundantes. Expedition 501 utilizó un sistema de tuberías especializado para perforar hasta 1200 metros debajo del fondo marino, en el que se recolectaron muestras de núcleo que revelaron agua dulce con contenido de sal, similar al del agua subterránea que se encuentra en la tierra. Los informes indican que algunas de las fechas de agua extraídas de 15,000 a 20,000 años y contienen una vida útil microbiana única que puede ofrecer información valiosa sobre los sistemas ecológicos subterráneos.
Aunque se han descubierto acuíferos comparables en alta mar en las costas de Hawai y Nueva Zelanda, la escala de la Reserva Atlántica Norte supera estos hallazgos, lo que puede ofrecer suficiente agua dulce para apoyar a las poblaciones costeras durante décadas como métodos de extracción. Sin embargo, los expertos advierten que la desalinización en algunas áreas aún puede ser necesaria debido a la mezcla parcial con el agua de mar con el tiempo.
Las implicaciones de este descubrimiento se extienden mucho más allá de las necesidades locales, porque el mundo se enfrenta a las sequías deterioradas que se alimentan por el cambio climático. El uso de estas reservas submarinas podría aliviar el estrés en los acuíferos de superficie sobrecargados, especialmente en áreas secas como el Medio Oriente y California, donde pueden existir formaciones de sub-océano analógicos. El potencial de comercialización ya ha atraído la atención de los expertos de la industria, donde las compañías energéticas están investigando tecnologías que pueden servir tanto a la extracción de petróleo y agua.
Sin embargo, surgen problemas ambientales con respecto al impacto de extraer agua dulce del océano, como la posible perturbación de los hábitats marinos y el riesgo en el seguro terrestre, que recuerdan a los desafíos que se enfrentan en las operaciones de fracking en tierra. El discurso público sobre este descubrimiento es animado, en particular en las plataformas de redes sociales, donde los usuarios especulan sobre el potencial para transformar la política de agua mundial, mientras que otros dan dudas sobre los costos asociados con el acceso a estos recursos.
Al observar el futuro, el consorcio de investigación planta expediciones adicionales para evaluar la capacidad total del acuífero y cobrar las tasas, utilizando técnicas de modelado impulsadas por IA para predecir la sostenibilidad. Brandon Dugan, un hidólogo involucrado en el proyecto, enfatizó la importancia de explorar cada camino para aumentar el suministro de agua para la sociedad. A medida que los responsables políticos tengan en cuenta las implicaciones internacionales de la extracción de agua de los recursos compartidos, la navegación será crucial para evitar conflictos a través de estas aguas complejas.
A pesar de los obstáculos, incluidos los costos de extracción iniciales que se proyectan en $ 100 por metro cúbico, este descubrimiento enfatiza el ingenio de la humanidad para exponer los recursos ocultos anteriores. Con las necesidades de agua esperadas que se espera que aumenten, lo que puede conducir a un 40% mundial en todo el mundo para 2050, estos sub-oquíferos pueden desempeñar un papel crucial en la abastecimiento de necesidades humanitarias urgentes, mientras que la geosciencia está integrada con la gestión de recursos.