Un estudio innovador ha demostrado la existencia de un ecosistema complejo sin precedentes que vive a profundidades sin precedentes en las trincheras Hadale del océano. Estos increíbles ecosistemas, ubicados hasta 9,533 metros (31,276 pies) debajo de la superficie, tienen especies que dependen de la quimiosíntesis, un proceso de energía que no depende de la luz solar.
Históricamente, los científicos han identificado formas de vida quimiosintética en aberturas de ventilación hidrotérmica poco profunda y golosinas frías, pero las observaciones generalmente se han detenido a profundidades más cercanas a 7,000 metros (22,966 pies). Pero en un esfuerzo exploratorio revolucionario, los investigadores ampliaron su búsqueda y centraron su enfoque más profundo, lo que llevó a descubrimientos notables en las trincheras de Kuril -Kamchatka y West -leutian.
Durante una expedición en 2024, los científicos usaron el Fendouzhe -Duikboot, el primer barco de la tripulación que puede alcanzar toda la profundidad de los océanos para China, para hacer 23 inmersiones en estas trincheras. El equipo realizó cuidadosamente encuestas de video de alta definición, recolectó núcleos de sedimentos y recolectó muestras orgánicas para su posterior análisis. Con la ayuda de la secuenciación genética y las evaluaciones químicas, intentaron identificar los organismos prósperos que se han adaptado a estas condiciones extremas.
Los hallazgos fueron francamente extraordinarios. Dentro de estas profundidades, se encontraron varias comunidades quimiosintéticas, incluidos TU Kidorms, berberechos, gasterópodos, anfipodos y poliquetos. En particular, el estudio identificó la vida quimiosintética más profunda conocida que vive a 9.533 metros, lo que reveló densidades impresionantes de más de 5.800 rigs de jardín por metro cuadrado.
Los investigadores descubrieron que estos entornos están respaldados por líquidos ricos en sulfuro de hidrógeno y metano, que están goteando profundamente en las trincheras por errores en las capas de sedimentos. El análisis isotópico indicó que el metano se produce microbalmente a partir de material orgánico a lo largo del tiempo.
Estos hallazgos sugieren que las comunidades quimiosintéticas similares pueden estar extendidas sobre otros bucles de Hadal, lo que anteriormente asumió suposiciones sobre los límites de la vida en entornos extremos y la dinámica del ciclo de carbono en el océano profundo. La investigación, publicada en la revista Nature, marca un progreso importante en nuestra comprensión de la vida en las profundidades del océano y plantea varias preguntas sobre la adaptabilidad de los organismos en hábitats inimaginables. Con futuros estudios, los científicos quieren investigar las implicaciones de estos descubrimientos sobre nuestro conocimiento de la resiliencia de la vida y la dinámica ecológica de los ecosistemas de aguas profundas.