Un estudio reciente ha arrojado luz sobre una creciente vulnerabilidad del campo magnético de la Tierra, particularmente en la región del Atlántico Sur. Este fenómeno, conocido como Anomalía del Atlántico Sur (SAA), plantea riesgos potenciales para las operaciones de los satélites, incluidas interrupciones y apagones totales.
El campo magnético de la Tierra es un escudo crucial que suaviza el impacto de los rayos cósmicos y las partículas cargadas emitidas por el sol. Este campo magnético es creado por un océano global de hierro fundido ubicado a unos 3.000 kilómetros debajo de la superficie y es generado por corrientes eléctricas resultantes del movimiento giratorio del hierro líquido.
Investigaciones científicas recientes, que incluyen datos de una constelación de tres satélites idénticos lanzados en 2013, han proporcionado conocimientos más profundos sobre la complejidad del campo magnético. Estos satélites miden señales magnéticas procedentes no sólo del núcleo de la Tierra, sino también del manto, la corteza y las capas superficiales, proporcionando una visión completa del magnetismo del planeta.
En los últimos once años, los investigadores han observado una notable expansión de la SAA, que ha aumentado casi la mitad del tamaño de Europa continental desde 2014. Según Chris Finlay, autor principal del estudio de la Universidad Técnica de Dinamarca, la SAA no es uniforme; se comporta de manera diferente en diferentes regiones, especialmente cerca de África y América del Sur. Esto sugiere que actividades geológicas únicas influyen en el campo magnético en estas áreas.
La investigación también indica que las anomalías en el límite entre el núcleo externo de la Tierra y el manto rocoso dan como resultado un comportamiento inusual del campo magnético. Normalmente, las líneas del campo magnético emergen del núcleo; Debajo del SAA, sin embargo, hay áreas donde las líneas de campo parecen retirarse hacia el núcleo. Finlay señaló que los datos satelitales muestran que un área de este tipo se mueve hacia el oeste a través de África, lo que contribuye significativamente al debilitamiento de la anomalía.
Por el contrario, recientes observaciones satelitales sugieren que el campo magnético sobre Siberia se ha fortalecido, mientras que sobre Canadá se ha registrado un debilitamiento simultáneo. Esta fluctuación podría tener implicaciones cruciales para los sistemas de navegación por satélite, ya que la interacción entre áreas de fuerza magnética variable afecta la precisión de la navegación y la exposición a la radiación que experimentan los satélites en órbita terrestre baja.
Los investigadores están particularmente preocupados por los riesgos para las naves espaciales y los astronautas, especialmente aquellos a bordo de la Estación Espacial Internacional, que podrían encontrar mayores niveles de radiación al volar a través de la anomalía del Atlántico Sur. A medida que avanza la comprensión de este fenómeno magnético, los expertos enfatizan la importancia de monitorear los cambios para salvaguardar tanto la tecnología satelital como las iniciativas de exploración espacial.
