Una investigación reciente dirigida por un antropólogo de la Universidad de Montreal ha arrojado luz sobre las habilidades de los chimpancés jóvenes para fabricar herramientas, lo que sugiere que estas habilidades podrían desempeñar un papel importante en la comprensión de la evolución cultural tanto de los chimpancés como de los humanos. El estudio, publicado en la revista Informes científicosse centró en un grupo de 36 chimpancés inmaduros en el sitio de investigación de Ngogo en el Parque Nacional Kibale, Uganda, conocido por sus densos bosques y su gran población de chimpancés.
Los hallazgos desafían las percepciones tradicionales sobre el papel de los niños en la innovación tecnológica al resaltar su uso creativo de las herramientas. Según el investigador principal, Bădescu, el estudio indica que los niños pueden ser más cruciales para la evolución cultural de lo que se pensaba anteriormente. «En su fase de desarrollo, a los niños se les permite ser creativos y explorar», explica Bădescu. Esta exploración les permite experimentar con herramientas y desarrollar aplicaciones innovadoras, contribuyendo a un conjunto diverso de habilidades que los adultos pueden adoptar.
Durante el estudio de 15 meses, el equipo observó 67 formas diferentes de uso de objetos por parte de los chimpancés jóvenes, casi la mitad de las cuales eran atípicas y se desviaban del comportamiento adulto. Un notable 94% de estas representaciones involucraron nuevas aplicaciones o adaptaciones de herramientas existentes en nuevos contextos. Las innovaciones notables incluyeron el uso de musgo como esponja para beber agua, hacer una «muñeca» con el tocón de un árbol y pedir ayuda cortando hojas. Los chimpancés jóvenes también adoptaron herramientas de palo para extraer miel y termitas, mostrando herramientas sociales similares a las de los adultos, pero exclusivamente propias.
Para evaluar las diferencias entre los chimpancés jóvenes, los investigadores desarrollaron un «índice de exploración» que mide la frecuencia, diversidad y naturaleza atípica del uso de objetos. Los resultados mostraron que ciertos individuos, especialmente las mujeres y aquellos con varios hermanos, mostraron puntuaciones más altas, lo que indica que un entorno social de apoyo promueve la innovación.
Los investigadores concluyeron que los inmaduros aportan novedad conductual en los límites del comportamiento típico de la especie y que la flexibilidad proporcionada por un entorno social tolerante es crucial para sus trayectorias de desarrollo. Este entorno puede facilitar variaciones de comportamiento sobre las que puede actuar el aprendizaje y la selección social. Si estas raras innovaciones se preservan y comparten, pueden enriquecer el tejido cultural de sus comunidades.
Esta investigación no sólo invita a reconsiderar el papel instrumental que desempeñan los niños en la adaptación tecnológica de los primates no humanos, sino que también fomenta diálogos interdisciplinarios más amplios sobre la formación de la cultura entre especies, con implicaciones que también se extienden a nuestra comprensión de la evolución humana.



