En un sorprendente giro de los acontecimientos, las discusiones sobre el impacto de la inteligencia artificial en la fuerza laboral se han intensificado, en el que los gerentes prominentes predicen la pérdida de empleos públicamente importante. El CEO de Anthrope, Dario Amodei, llegó recientemente a los titulares advirtiendo que la mitad de las pistas de entrada podrían desaparecer en los próximos cinco años, con el desempleo de los EE. UU. Posiblemente aumentando al 20%. Sus comentarios han inflamado una conversación más amplia entre los gerentes, muchos de los cuales reflejan preocupaciones similares y al mismo tiempo tienen una especulación competitiva sobre la gravedad de los efectos de la IA en el empleo.
Esta ola de predicciones ominosas no está aislada para Amodei. Antes de sus comentarios, los líderes del mercado ya habían comenzado a compartir predicciones fuertes con respecto a las reducciones de trabajo. En el reciente Día de los Inversores de JPMorgan, Marianne Lake, la jefa del banquero de consumo, se esperaba que la producción preliminar de IA pudiera reducción en la fuerza laboral posible en un 10%. Desde entonces, su declaración ha sido fortalecida por otros gerentes controvertidos. El CEO de Amazon, Andy Jassy, advirtió al personal que se preparara para una fuerza laboral más pequeña, de modo que esta tendencia se atribuyó a un cambio tecnológico «único». Del mismo modo, el CEO de Thredup enfatizó el potencial de IA para eliminar considerablemente más empleos de los que el público en general puede realizar.
Jim Farley Van Ford llevó la alarma aún más lejos y afirmó que AI «literalmente podría reemplazar la mitad de todas las fronteras blancas en los Estados Unidos», esta afirmación atrevida refleja un cambio notable en el tono de los gerentes que hasta hace poco tenían una tendencia a discutir un enfoque más medido para la reubicación de trabajo.
El Wall Street Journal señala que aunque algunas cifras en la industria técnica, incluidos los líderes de las compañías de IA influyentes, creen que se puede sobreestimar la preocupación por las pérdidas de empleos, la creciente frecuencia y el coraje de estas advertencias sugieren que la revolución sustancial se inmine en el personal. A medida que los gerentes expresan sus predicciones, el potencial de una reestructuración considerable en diferentes sectores parece amenazante, por lo que se hacen preguntas sobre la disposición tanto de los empleados como de las organizaciones para adaptarse a los próximos cambios.