Un equipo internacional dirigido por astrónomos de la Universidad de Tel Aviv ha hecho un descubrimiento innovador con respecto al comportamiento de las estrellas al tratar con agujeros negros súper massivos. Sus observaciones confirman que una estrella, después de haber experimentado una reunión cercana con un agujero tan negro, no solo sobrevivió, sino que también dos años después generó una segunda llamarada casi idéntica. Este hallazgo notable marca la primera copia confirmada de un evento de interrupción de marea repetitiva (TDE), de modo que se cuestionan suposiciones anteriores de que una estrella de una estrella con un agujero negro siempre conduce a su destrucción.
La bengala recién observada, denominada en 2022DBL, se redujo a la misma galaxia que la llamarada inicial. Esto sugiere que el agujero negro solo perturbó parcialmente a la estrella durante la primera reunión, para que pudiera escapar de la gravedad y dar vueltas para una segunda reunión. El equipo de investigación, dirigido por la Dra. Lydia Makrygianni y el profesor Iear Arcavi, publicó sus hallazgos en Las cartas de la revista astrofísica.
Según los autores, han excluido otras declaraciones, como la lente gravitacional y las perturbaciones independientes, de las cuales concluyó que la primera bengala representa una interrupción parcial de la estrella. Este descubrimiento podría indicar que diferentes observaciones del pasado de las antorchas que se han considerado perturbaciones completas pueden ser eventos similares y parciales.
Las implicaciones de este descubrimiento son considerables. Los investigadores proponen que la observación de una posible tercera bengala podría corroborar aún más el modelo de interrupción parcial en aproximadamente 2026. Esto requeriría una revaluación importante de cómo los astrofísicos están interpretando actualmente los eventos de alimentación de brechas negras y su impacto en la evolución de las galaxias.
Se supone que los agujeros negros súper massivos, con masas que van desde millones hasta miles de millones de veces los del Sol, se suponen en los centros de todas las galaxias principales, incluida nuestra propia Vía Láctea. Aunque su presencia está bien establecida, quedan muchas preguntas sobre su formación y papel en la evolución galáctica.
Las estrellas ocasionalmente se acercan peligrosamente a los agujeros negros y a los sujetos a las fuerzas de marea que pueden conducir a una interrupción parcial o completa. Mientras que el agujero negro se alimenta del material del material, crea una llamarada luminosa que ofrece a los astrónomos una oportunidad única para observar estos fenómenos cósmicos. Cada encuentro puede producir una señal clara, pero el brillo y la temperatura observados durante estos eventos de interrupción a menudo difieren de las predicciones de los modelos existentes.
Las observaciones de 2022DBL revelaron que ambas antorchas eran casi idénticas, lo que sugiere que la interrupción parcial de la estrella permitió que el material suficiente permanezca para una segunda interrupción durante la reunión posterior. Este fenómeno se puede comparar con un agujero negro que hace dos visitas a un buffet cósmico, la primera vez es una modesta ayuda y regreso para una nueva ronda.
La posibilidad de detectar una tercera bengala plantea preguntas sobre si tales eventos son representativos del comportamiento general de los agujeros negros. Si se confirma, esto puede conducir a un cambio en el concepto de antorchas que tradicionalmente se caracterizan como interrupciones estelares completas. Por el contrario, si no ocurre un tercer brote, esto puede sugerir que la segunda bengala fue el último cepillo de la estrella con el agujero negro, con una interrupción total como punto alto.
Independientemente del resultado, los hallazgos prometen reformar la forma en que los astrofísicos ven la relación entre los agujeros negros y las estrellas en su entorno, y ofrecen nuevas ideas sobre los misterios en los centros de las galaxias.