En una notable escalada de retórica en medio de crecientes tensiones, el mariscal de campo de Pakistán, Asim Munir, se dirigió recientemente al 17º Taller Nacional en Baluchistán en el Cuartel General, afirmando que Pakistán protegerá firmemente su integridad territorial. Esta declaración sigue a la declaración del ministro de Defensa indio, Rajnath Singh, de que “cada centímetro de tierra de Pakistán está al alcance de BrahMos”, en referencia al avanzado sistema de misiles de la India.
Munir enfatizó que cualquier violación de la soberanía territorial de Pakistán se enfrentaría con una «respuesta fuerte y decisiva». Este comentario refleja la narrativa actual de Pakistán de responsabilizar a la India por los conflictos internos y los problemas de seguridad dentro de sus fronteras. Los líderes paquistaníes señalan la supuesta inacción de la India contra los grupos terroristas que operan en la región como justificación para las respuestas militares de la India, especialmente la reciente Operación Sindoor.
La Operación Sindoor fue iniciada por la India en respuesta a un ataque mortal en Pahalgam vinculado al Frente de Resistencia (TRF), una rama del infame Lashkar-e-Taiba (LeT). La operación ha sido criticada por Pakistán, que se atribuye víctimas civiles. En particular, meses después de este incidente, surgieron imágenes del comandante de Jaish-e-Mohammad (JeM), Masood Ilyas, refiriéndose a las pérdidas sufridas por la familia de Masood Azhar durante el conflicto.
Hablando en Uttar Pradesh, Singh destacó el sistema de misiles BrahMos no sólo como un activo tecnológico sino también como un escaparate de las capacidades militares de la India. Afirmó: «BrahMos no es sólo un sistema, sino que ha demostrado ser la mayor prueba práctica del país», sugiriendo que el éxito operativo del sistema de misiles fortalece la confianza de la India en sus estrategias militares.
Singh caracterizó la Operación Sindoor como un indicador clave de la determinación de la India y afirmó: «La victoria no es un incidente menor, sino nuestra costumbre». Sus comentarios aludieron a la preparación de la India para un posible conflicto e insinuaron implicaciones más amplias en caso de que las tensiones con Pakistán aumenten aún más. Singh concluyó con una pausa dramática, citando intenciones estratégicas no reveladas y enfatizando la necesidad de preparación y precaución por parte de los adversarios.
Si bien ambos países continúan intercambiando duras advertencias, el panorama regional sigue siendo tenso, y los líderes militares y políticos evalúan las capacidades y la determinación de cada uno. La retórica de ambas partes señala un momento crucial en las relaciones Indo-Pak, que resalta la necesidad de vigilancia y cálculo estratégico ante posibles confrontaciones.